La Asamblea francesa retira la confianza a Bayrou y precipita la caída del Gobierno
El voto en contra a su plan de recortes obliga a Bayrou a dimitir y lleva al país a una nueva etapa de inestabilidad política
«He querido someterme a esta prueba de la verdad. Algunos de vosotros piensan que es irracional y arriesgada. Pero el mayor riesgo hubiera sido ... continuar como de costumbre». El primer ministro francés, François Bayrou, reconoció este lunes que el último episodio de la inestable política francesa lleva su firma. El responsable del Ejecutivo había decidido el 25 de agosto someterse a un voto de confianza, con muy pocas opciones de superarlo. Este lunes se confirmó su derrota, que le obliga constitucionalmente a dimitir. No había ningún suspense respecto al fracaso de la extraña maniobra de Bayrou, cuyo principal interrogante es si tendrá alguna utilidad en la etapa de inestabilidad política en la que se adentra Francia.
Hasta 364 diputados votaron en contra de la moción de confianza y solo la respaldaron 194. Como ya habían anunciado pocas horas después del anuncio de este escrutinio, convocado para salvar un impopular plan de austeridad (valorado en 44.000 millones de euros), los representantes de la extrema derecha de Marine Le Pen y la izquierda (Francia Insumisa, Partido Socialista, verdes y comunistas) se opusieron. Ambos bloques antagónicos suman una amplia mayoría absoluta en un Parlamento casi ingobernable. Es la primera vez en la historia de la Quinta República en que un jefe del Gobierno se ve obligado a dimitir a causa de un voto de confianza.
La Asamblea ya había vivido un momento igual de excepcional el pasado 4 de diciembre con el final de Michel Barnier, predecesor de Bayrou, debido a la primera moción de censura exitosa desde 1962. A diferencia de lo ocurrido a finales del año pasado, este lunes no se vivió un ambiente de gran excepcionalidad en la Cámara Baja. Una parte significativa de los escaños estaban vacíos durante los debates. Era como si los representantes se hubiesen acostumbrado a la caída sucesiva de responsables del Ejecutivo en el crepuscular segundo mandato del presidente Macron, en que han saltado de su silla cuatro primeros ministros desde 2022.
La derrota de Bayrou era previsible, pero el resultado final ha tenido una tonalidad humillante. Ni siquiera respaldaron al veterano dirigente, de 74 años, la totalidad de los 210 escaños de los partidos que forman parte del Gobierno, compuesto por una coalición entre el centro-derecha macronista y la derecha tradicional de Los Republicanos (LR). Cerca de una veintena de representantes conservadores y de la coalición presidencial se abstuvieron.
La presión se traslada al presidente Macron, que ha visto caer a cuatro jefes del Ejecutivo desde 2022
La falta de unidad en el llamado 'bloque central' refleja la dificultad de alcanzar una mínima estabilidad parlamentaria en la Francia actual. Si el presidente Emmanuel Macron se decanta por elegir a otro primer ministro -parece la opción más probable en lugar de una convocatoria electoral-, no le esperará una tarea nada fácil teniendo en cuenta la fragmentación en la Asamblea. El portavoz parlamentario de LR, Laurent Wauquiez, aprovechó su intervención para recordar que «nunca aceptarán» un Gobierno de izquierdas y «eso también vale para el Partido Socialista». Los representantes socialistas pidieron un Ejecutivo en solitario, mientras que Le Pen insistió en exigir unas elecciones anticipadas, «que no son una opción, sino una obligación».
«No podéis borrar la realidad»
Los dados estaban echados y eso se notó en el discurso de Bayrou. En lugar de intentar convencer a los opositores de que le dieran la confianza, los abroncó y les reprochó que prioricen los intereses electorales «como niños» en lugar «de afrontar las cuestiones históricas como adultos». El líder del MoDem no se dirigió a los diputados del hemiciclo, sino sobre todo a la opinión pública. Su discurso resultó continuista respecto a su estrategia de las últimas semanas en que multiplicó sus intervenciones mediáticas alertando sobre la situación financiera de Francia. Su déficit público previsto para finales de este año será del 5,4% y la deuda superará el 114% del PIB.
🔴 🗣 DIRECT - "Notre pays a le plus urgent besoin de lucidité", affirme le Premier ministre François Bayrou à l'Assemblée nationale. #franceinfo #canal16 pic.twitter.com/jjTUJYDizS
— franceinfo (@franceinfo) September 8, 2025
«Tenéis el poder de echar al Gobierno, pero no podéis borrar la realidad», afirmó Bayrou. «En el momento en que vivimos solo hay un camino y es el único que podemos tomar», añadió refiriéndose a la necesidad de hacer recortes para afrontar la situación actual. El plan gubernamental, presentado el 15 de julio, contempla un tijeretazo del gasto público de 30.000 millones y subidas de impuestos de 14.000 millones, especialmente sobre la clase trabajadora, por ejemplo, con la supresión de dos días festivos. Otra de las medidas más criticadas es la congelación de las pensiones, ayudas sociales y salarios de los funcionarios.
Dimite este martes
Estas políticas no solo son rechazadas por una mayoría de la población, sino que también han propiciado protestas y huelgas, que empezarán mañana con el impredecible movimiento ciudadano 'Bloquearlo tod'. En medio de este contexto, el órdago de Bayrou ha chocado con el muro de la oposición. «No compartimos su diagnóstico ni sus remedios», aseguró Mathilde Panot, presidenta del grupo parlamentario de la Francia Insumisa (afines a Sumar o Podemos). «Señor primer ministro, usted está tan desconectado de la realidad que le sorprende que hayamos expresado esta voluntad popular», le reprochó Le Pen, refiriéndose a los sondeos en que una amplia mayoría desea la dimisión del líder del MoDem.
Antes de que concluyera el debate, el gabinete gubernamental ya había informado de que Bayrou presentaría su renuncia a Macron este martes por la mañana, en el caso de que perdiera la votación. Tras la caída del primer ministro, la pelota quedó en el tejado del presideten galo. Apenas una hora después de la votación, la oficina del máximo mandatario anunció el nombramiento de un nuevo jefe de Gobierno «en los próximos días», lo que aleja la posibilidad de un adelanto electoral, aunque no le garantiza una mínima estabilidad parlamentaria.
Macron elige sustituto en plena movilización social contra su gestión
Emmanuel Macron sabe que tiene que actuar con urgencia, nombrar pronto a un sustituto de Bayrou y así evitar más desgaste para su propia figura. La elección del nuevo primer ministro coincidirá con una semana convulsa: el movimiento 'Bloquearlo todo' ha convocado movilizaciones a través de las redes sociales para paralizar mañana el país. También este miércoles la agencia Fitch emitirá su calificación sobre la economía francesa. Si la rebaja, el golpe será tremendo. Y el día 18 de este mes los principales sindicatos tienen prevista otra huelga.
Macron necesita un salvavidas. Según el diario 'Le Figaro', entre los candidatos a nuevo jefe de Gobierno figura en primera fila Xavier Bertrand, del partido conservador Los Republicanos (LR). Tiene el perfil que busca el presidente: capaz de contener el ascenso de la extrema derecha y de entenderse con los socialistas. El presidente ya había bajarado el nombramiento de Bertrand en crisis anteriores, pero lo descartó por la presión de la líder ultra, Marine Le Pen. «Hay que actuar con rapidez», insisten los colaboradores de Macron. El elegido será el quinto inquilino de Matignon en menos de dos años.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión