El encarcelamiento del gobernador de Jabárovsk provoca una potente ola de indignación

El coordinador local de la plataforma Rusia Abierta, Serguéi Naúmov, ha asegurado que movilizaciones de tan envergadura jamás antes se vieron en Jabárovsk. En declaraciones a la radio Eco de Moscú, Naúmov, aseguró que la Policía se está quedando al margen y no ha practicado detenciones. «¡Moscú, devolvednos a Furgal!», rezaban algunas de la pancartas exhibidas por los manifestantes en la plaza central de Jabárovsk mientras gritaban «¡Putin, dimisión!». A la multitud se dirigió la portavoz de Furgal, Nadezhda Tómchenko, que denunció haber sido amenazada con acciones legales por convocar concentraciones no autorizadas. En ese momento, en la plaza había más de 30.000 personas, según periodistas locales, aunque la Policía redujo la cifra a la mitad.

Furgal es miembro de la formación ultranacionalista denominada Partido Liberal Democrático de Rusia (LDPR), cuyo líder, Vladímir Zhirinovski, comparó lo sucedido con el gobernador con los años «del terror y la represión estalinista». El jueves, cuando Furgal fue detenido, Zhirinovski amenazó con que su grupo parlamentario en la Duma (Cámara Baja del Parlamento ruso) podría renunciar a sus escaños en señal de protesta.

Furgal, de 50 años de edad, es uno de los muy pocos gobernadores regionales que no pertenecen a Rusia Unida, el partido del Kremlin. En 2018, venció en las elecciones al candidato oficialista, Viacheslav Shport, que ya venía ocupando el cargo, algo que no parece haber sido adecuadamente digerido por los poderes fácticos del país.

El viernes, el juzgado Basmanni de Moscú decidió decretar prisión preventiva para él durante dos meses. Ha sido acusado formalmente de haber encargado los asesinatos de los empresarios rusos Evgueni Zori, Oleg Bulátov y Alexánder Smolski, los dos primeros llevados a cabo y el tercero en grado de tentativa. Furgal, sin embargo, defendió ante el juez su inocencia y aseguró no haber organizado ni ejecutado jamás ningún homicidio. Sus compañeros de filas del LDPR, de cuyo partido fue diputado en la Duma, cree que se trata de una «persecución política» orquestada desde el poder con la colaboración de los servicios secretos.

El viernes, fue vetado el acceso de la prensa al tribunal Basmanni, así que fue el abogado defensor, Borís Kozhemiakin, quien informó a los periodistas de lo que pasó durante la vista. La acusación, según Kozhemiakin, ha pedido que el juicio tenga lugar a puerta cerrada, lo que aumenta las posibilidades de que se amañe todo, desde las pruebas hasta los testigos. A juicio del líder opositor ruso, Alexéi Navalni, uno de los métodos preferidos de las autoridades rusas es «fabricar» causas penales contra sus adversarios políticos como mejor forma de librarse de ellos, aprovechando la falta de independencia del poder Judicial.