El tiroteo en un colegio católico de Mineápolis deja tres muertos y 17 heridos
El autor de los disparos, que se suicidó y estaba obsesionado con los crímenes masivos, mató al menos a dos de los menores que en esos momentos asistían a misa
Un pistolero vestido de negro abrió fuego la mañana de este miércoles contra los niños que rezaban en una Iglesia católica de Mineápolis a través ... de las ventanas, causando la muerte de al menos dos de ellos y dejando otras 17 personas heridas. Entre ellos, cuatro adultos y el resto adolescentes de edades comprendidas entre 6 y 11 años. «Dos niños siguen en condiciones críticas», ha reportado el jefe de policía, Brian O'Hara. Según 'New York Post', el asesino es Robin Westman, de 23 años. Al parecer, estaba obsesionado con autores de tiroteos masivos y se le ve en varios vídeos con rifles y pistolas. En los cargadores de balas se lee: 'Para los niños' y 'para matar a Donald Trump'.
El sonido de los diparos sonó «como el de una obra de construcción», contaron varios testigos del ataque al colegio católico de la Iglesia de la Anunciación. Al estruendo de las balas y el silencio de la muerte le siguió el macabro ritual. Gritos, alaridos, carreras en pánico. El pistolero, «sin antecedentes delictivos», presuntamente se suicidó, según fuentes policiales.
«Estoy rezando por nuestros niños y maestros, cuya primera semana de clase quedó empañada por este acto de violencia tan horrendo», ha publicado en X el gobernador de Minnesota, Tim Waltz. Según las primeras informaciones, los alumnos estaban en misa cuando el desconocido armado con un rifle y vestido de negro accedió al recinto y comenzó a disparar. Se desconoce cuántos de los heridos recibieron impactos de bala o se lesionaron en la atropellada huida. El atacante había aparcado su vehículo y se aproximó al centro religioso por un lateral. Como las puertas estaban cerradas, disparó a través de las ventanas en dirección a los bancos de la iglesia donde rezaban los estudiantes.
«No hay palabras que puedan expresar el horror de esta tragedia. Hay niños muertos. No penséis en esto como si fueran los hijos de otros. Pensad en ellos como si fueran los vuestros», ha expresado entristecido e indignado Jacob Frey, alcalde de Mineápolis. «¡Estaban rezando». Para el alcalde, «este tipo de maldad nunca debería pasar, pero ocurre a menudo».
El debate de las armas
La Casa Blanca emitió un comunicado para notificar que el presidente, Donald Trump, había sido informado del incidente. El vicepresidente, JD Vance, pidió al país que se sumara a las oraciones, mientras que el líder demócrata en la Cámara Baja, Hakeem Jeffries, declaró que «los barrios, las calles y los colegios no son lugares para las armas». Es un debate que se reabre tras cada tiroteo. Este era el cuarto ataque en apenas 24 horas en esta ciudad del Estado de Minnesota. Entre el martes y el miércoles, tres personas habían muerto por disparos en tres incidentes armados y al menos ocho personas también han sufrido heridas de bala en esos incidentes registrados en Mineápolis.
Los vecinos relataron que los disparos se escucharon a cuatro bloques de distancia. «Duró varios minutos», han asegurado. «Me rompe el corazón saber que probablemente haya ahí gente que conozco», ha señalado una enfermera del hospital donde se trataba a los heridos. «Esto es como nuestro 11-S», ha comparado.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión