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Soldados surcoreanos (en primer término) y guardias norcoreanos (detrás) en la Zona Desmilitarizada que divide ambos países. AFP
La zona desmilitarizada de Corea, la última frontera de la Guerra Fría

La zona desmilitarizada de Corea, la última frontera de la Guerra Fría

Implementada en 1953, se trata de una franja de cuatro kilómetros de ancho que recorre 250 kilómetros a través de la península coreana

colpisa/AFP

Domingo, 30 de junio 2019, 09:21

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Donald Trump y Kim Jong Un se han reunido este domingo en la zona desmilitarizada (DMZ) que divide la península coreana, en un encuentro definido a última hora y que tomó al mundo por sorpresa.

La zona desmilitarizada es considerada la última frontera de la Guerra Fría, una verdadera tierra de nadie implementada en 1953 y escenario de un enfrentamiento entre dos países hermanos y confrontados.

Se trata de una franja de cuatro kilómetros de ancho que recorre 250 kilómetros a través de la península de Corea, a unos 50 kilómetros al norte de Seúl y unos 200 kilómetros al sur de Pyongyang.

En el centro de esa franja corre la Línea Militar de Demarcación (LMD), el punto donde se encontraban las líneas de frente de las tropas enfrentadas al momento en que se firmó un cese del fuego en 1953.

Por ese acuerdo, los dos países retrocedieron dos kilómetros sus líneas. En el lado sur, Seúl estableció zonas reservadas adicionales de ancho diferente donde el acceso de civiles es restringido.

Frontera que separa el norte y el sur de Corea, el armamento pesado está prohibido dentro de los límites de la DMZ. Las patrullas están permitidas pero no pueden cruzar la LMD. Tampoco está autorizado que haya más de 1.000 personas de cada lado dentro de la zona en ningún momento. Toda la DMZ está protegida con minas antipersonales.

Las áreas próximas a la DMZ constituyen algunos de los lugares más fortificados del planeta, atestados de artillería pesada, campos militares y más terrenos minados.

Como la DMZ es una «tierra de nadie» con una mínima presencia humana desde hace más de medio siglo, la mayor parte de la zona en sí está compuesta por bellas florestas, que se convirtieron en un refugio ecológico para raras especies de flora y fauna cuyo habitat natural en otro lugar fue destruido.

En octubre del año pasado fue visto en la zona un oso asiático negro, de acuerdo con unas imágenes del ministerio surcoreano de Medio Ambiente.

La región también está repleta de torres de observación, con abundantes alambradas en los costados.

Estados Unidos y Corea del Sur han mantenido una alianza durante décadas y la visita a la DMZ es una especie de ritual en todos los viajes de los líderes estadounidenses.

El presidente George W. Bush estuvo en febrero de 2002, un mes después de que dijera que Corea del Norte era parte del «eje del mal».

El último dirigente estadounidense en ir fue Barack Obama in 2012. El vicepresidente Mike Pence estuvo en la frontera en abril de 2017, en medio de fuertes tensiones con el país.

Siete meses más tarde, Donald Trump intentó desplazarse a la zona, pero su helicóptero tuvo que dar marcha atrás debido al mal tiempo.

El año pasado, el presidente surcoreano Moon Jae-in y el líder norcoreano Kim Jong Un mantuvieron dos de sus tres cumbres en Panmunjom, el «pueblo de la tregua», en la DMZ.

También conocido como Área de Seguridad Conjunta (JSA, por sus siglas en inglés), Panmunjom es constituido por una serie de edificios, sobre todo unos barracones de la ONU, pintados de azul, justo en la LMD.

El armisticio de 1953 fue firmado en un edificio en la parte norte.

Es el único lugar de la DMZ donde soldados del Norte y del Sur están frente a frente, aunque tras un acuerdo intercoreano firmado por Moon y Kim en su tercera cumbre en Pyongyang el año pasado, ya no llevan armas.

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