El séquito de Kim Jong-un recoge todos sus restos biológicos y limpia cada lugar por el que pasa
El líder supremo de Corea del Norte no quiere dejar ningún rastro que pueda dar pistas sobre su salud, lo que aumenta las especulaciones
Cuando el líder supremo Kim Jong-un se levantó de su sillón tras la reunión que mantuvo el miércoles en Pekín con Vladímir Putin y ... Xi Jinping, un miembro de su séquito se apresuró a limpiar de forma minuciosa el reposabrazos, el acolchado y el respaldo. Frota que te frota. Que no quede rastro biológico. El régimen comunista norcoreano no quiere dejar ninguna pista sobre la salud de su máximo mandatario, ni siquiera cuando está entre aliados como los presidentes ruso y chino. Los tres compartieron la cumbre de la Organización para la Cooperación de Shanghái con el objetivo de enviar un mensaje de fuerza al adversario común: Donald Trump.
El equipo de limpieza que barre cualquier rastro al paso de Kim es sólo una pieza más en un amplio mecanismo diseñado para meter la vida del dictador en una burbuja aséptica. Viaja en un tren blindado y, claro, privado. En sus desplazamientos internacionales lleva a veces un retrete portátil para evitar que sus restos biológicos caigan en las manos equivocadas. Hay operarios para desinfectar los espacios donde va a estar y para recoger luego sus colillas, vasos y restos de comida. No dejan ni las migas. Por si acaso. Todas estas precauciones alimentan las teorías sobre la salud del líder supremo, que sólo tiene -se cree- 41 años y que dirige el país a su capricho y a cubierto de los focos occidentales.
Kim es tratado como una divinidad. Una especie de mesías. Eso, como el poder, lo heredó de su padre, Kim Jong-il. Aunque se diferencian en algo: el progenitor no necesitó nunca un retrete. Ni móvil ni fijo. Aseguran en el régimen que jamás defecó. Dicen eso y mucho más. Cuando nació el cielo se cubrió con un doble arcoíris rasgado por una estrella. Andaba con tres semanas y comenzó a hablar a las cinco. Escribió 15.000 libros y compuso las seis mejores óperas. La primera vez que cogió un palo de golf batió el récord del campo con 38 golpes bajo el par. Kim Jong-un hace lo que puede para ser un sucesor a su altura.
Más especulaciones
En Pekín se presentó con una de sus hijas. Según los Servicios Secretos de la vecina Corea del Sur, se llama Kim Jue-ae y tiene 12 años. Al parecer, es la preferida por el dictador entre sus tres vástagos. La menor apareció con el peinado de su madre y ocupó el lugar de la primera dama en algunos actos. Ese detalle, según algunos analistas, la sitúa en la primera plaza de la línea sucesoria. Aunque es mujer y eso supondría un cambio radical en su país.
Su presencia, además, aumentó las especulaciones sobre la salud de Kim. ¿Está preparando a su sucesora? Mientras en la cita de Pekín Putin y Xi hablaban sobre trasplantes de órganos y cómo lograr la inmortalidad, el mandatario norcoreano promocionaba a su hija, la mejor colocada para preservar la dinastía. Tras ellos, una tropa de operarios con guantes y trapos limpiaban cualquier huella.
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