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Un soldado de la autoproclamada república de Nagorno-Karabaj.
Armenios y azerbaiyanos acuerdan un alto el fuego en Nagorno-Karabaj

Armenios y azerbaiyanos acuerdan un alto el fuego en Nagorno-Karabaj

El ministerio de Defensa de la autoproclamada república ha realizado este anuncio después de que Azerbaiyán amenazase ayer con invadir el territorio si el Ejército armenio no dejaba de bombardear las zonas pobladas

EFE

Martes, 5 de abril 2016, 13:43

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Armenios y azerbaiyanos han acordado hoy un alto el fuego en la frontera con Nagorno-Karabaj tras cuatro días de intensos combates en ese enclave armenio, la zona más militarizada de Europa.

"El acuerdo de cese del fuego fue alcanzado hoy a las 12.00 (08.00), ya que se ha iniciado un proceso negociador", ha anunciado Senor Asratián, portavoz del ministerio de Defensa de la autoproclamada república de Nagorno-Karabaj.

El Ejército karabají ha recibido la orden de cesar completamente las acciones militares, que han costado en el enclave la vida de una veintena de soldados armenios y de cuatro civiles desde que se reanudaran las hostilidades en la madrugada del sábado. "En estos momentos se está preparando un documento de cese bilateral de las hostilidades en la zona del conflicto", ha agregado otra fuente oficial, lo que ha sido confirmado por el Ministerio de Defensa armenio.

En la misma línea, un portavoz de la Presidencia karabají ha precisado que "la situación se ha estabilizado" en el frente después de que Azerbaiyán pusiera en alerta a su Ejército y amenazara con invadir el territorio si Armenia no dejaba de bombardear las áreas pobladas.

Retórica belicista

Poco antes de hacerse público el acuerdo, el presidente de Azerbaiyán, Ilham Alíev, aseguró que su país aboga por continuar el proceso negociador, aunque volvió a acusar a Armenia de bombardear a los civiles. "Azerbaiyán combate en su territorio, defiende su propia tierra. Hemos puesto al enemigo en su lugar y a día de hoy contamos con una clara superioridad", dijo.

El presidente armenio, Serge Sargsián, propuso ayer el cese de las hostilidades por el control del enclave, aunque condicionado a que todos los bandos regresen a sus posiciones iniciales anteriores al 1 de abril. De lo contrario, advirtió, "una mayor escalada de las acciones militares puede acarrear consecuencias imprevisibles e irreversibles, incluido una guerra a gran escala", en cuyo caso reconocerá la independencia del Karabaj, territorio habitado mayoritariamente por armenios.

En respuesta, la Cancillería azerbaiyana aseguró que está dispuesta a aceptar un alto el fuego, pero antes las tropas armenias deben abandonar el Karabaj y la integridad territorial del país debe ser restablecida en virtud de las resoluciones de la ONU.

Azerbaiyán, que suspendió unilateralmente las acciones militares el domingo, aunque esto no le ha impedido seguir combatiendo, se niega a ceder los puntos estratégicos del Karabaj que retomó el sábado.

La retórica belicista, sumado al recrudecimiento de los combates en varios lugares de este auténtico polvorín caucásico, levantó todas las alarmas en Rusia, Estados Unidos y Francia, los encargados de supervisar el alto el fuego en vigor desde 1994. El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, conminaron a ambos bandos "al cese inmediato de las acciones militares", llamamiento al que se sumó la OTAN. El Grupo de Minsk de la OSCE, que coordina las negociaciones de paz entre armenios y azerbaiyanos desde el fin del conflicto que dejó más de 25.000 muertos (1992-94), se reúne hoy en Viena.

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