Azerbaiyán anuncia un alto el fuego en Nagorno-Karabaj y Armenia lo desmiente

El alto el fuego declarado por Bakú -que asegura haber recuperado varias posiciones estratégicas en la región- está condicionado al cese de las "provocaciones" armenias; en caso contrario, Azerbaiyán "liberará todos los territorios ocupados". Bakú también ha prometido "reforzar" varias posiciones estratégicas que ha dicho haber "liberado" dentro de la región, controlada por Ereván, pero internacionalmente reconocida como parte de Azerbaiyán, entre ellas, la estratégica colina de Lala-Tepe.

Los armenios de Nagorno-Karabaj se hicieron con el control de esta región de Azerbaiyán tras una guerra entre 1988 y 1994 que se cobró 30.000 vidas y dejó centenares de miles de refugiados, principalmente azeríes. Desde 1994 está vigente un alto el fuego, pero nunca se ha firmado un acuerdo de paz definitivo, y tras varios años de calma relativa, en los últimos meses se ha producido una escalada de la violencia, hasta el punto de que Ereván aseguró en diciembre que se había vuelto a la "guerra".

En la noche del viernes y a lo largo del sábado, fuerzas azeríes y armenias se enfrentaron con artillería, tanques, y helicópteros, en el caso azerbaiyano. Los combates dejaron 30 muertos, dos de ellos civiles. Bakú reconoció que uno de sus helicópteros había sido abatido y afirmó que controlaba varios puntos estratégicos y una aldea - hechos desmentidos por Ereván.

Llamamiento a la calma

Tras una breve estabilización el sábado por la noche y pese a un llamamiento a la calma por parte de Moscú y Occidente, los combates prosiguieron en la noche del sábado. "Las fuerzas armenias han violado el alto el fuego 130 veces durante la noche con disparos de mortero, lanzagranadas y ametralladoras de grueso calibre", ha declarado el ministro azerbaiyano de Defensa. "Los disparos provenían a la vez de territorio armenio y del Nagorno-Karabaj ocupado por los armenios", ha asegurado, explicando que el Ejército azerbaiyano había "respondido".

Erevan, por su parte, ha indicado que "los combates continuaban el domingo en el sur" de Karabaj y los separatistas armenios de esa región, que Bakú ha "retomado los bombardeos con artillería y carros de combate" sobre sus posiciones. Poco después, Azerbaiyán ha anunciado el alto el fuego unilateral.

El presidente ruso, Vladimir Putin, ha exigido un alto el fuego inmediato, mientras que el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, ha pedido a ambas partes una vuelta a la mesa de negociaciones, recordando que "no existe una solución militar a ese conflicto".

De visita en Washington, el presidente azerbaiyano ha exigido, delante de John Kerry, que Armenia retire "inmediatamente" sus tropas del territorio de Nagorno-Karabaj. Tras agradecer al Gobierno de Estados Unidos "sus esfuerzos para encontrar un medio que solucione el largo conflicto entre Armenia y Azerbaiyán", ha reclamado una "resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que exija la retirada inmediata y sin condiciones de las tropas armenias" de territorio azerbaiyano.

Azerbaiyán, rico en petróleo y cuyo solo presupuesto de defensa es a veces más importante que el presupuesto total de Armenia, amenaza regularmente con retomar por la fuerza la región separatista si las negociaciones no alcanzan un acuerdo.

Este domingo, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha asegurado que Turquía apoyará a Azerbaiyán "hasta el final" en ese conflicto. "Rezamos para que nuestros hermanos azerbaiyanos triunfen en estos combaten con el menos número de bajas posible", ha afirmado Erdogan. Los azeríes son, cultural y lingüísticamente, muy cercanos a los turcos. Armenia, apoyada por Rusia, asegura que puede hacer frente a cualquier ofensiva.