Chile decidirá si quiere una nueva Constitución el 26 de abril de 2020

Tras el acuerdo logrado por los partidos políticos Piñera anunció que la consulta será el 26 de abril de 2020 y los votantes deberán responder a dos preguntas. La primera es si quieren o no reformar la Carta aprobada en 1980 por la dictadura de Augusto Pinochet (1973-90), muy cuestionada por la ciudadanía en las protestas.

La segunda cuestión es sobre qué órgano debe encargarse de redactar el nuevo texto. Las opciones son dos: una convención constituyente mixta compuesta por una mitad de legisladores y otra de constituyentes. O una convención íntegramente constituida por constituyentes elegidos para tal fin.

Una vez definido el método, las elecciones para constituyentes se celebrarán en octubre y cuando los elegidos terminen su trabajo, el nuevo texto deberá ser aprobado en un plebiscito ratificatorio en el que será obligatorio ir a votar, a pesar de que en Chile el voto dejó de ser obligatorio en 2011.

Piñera -que fue elegido en marzo de 2018 con un porcentaje de participación total de apenas 40%- era contrario a la reforma constitucional, pero la magnitud de las protestas -que han dejado hasta ahora 28 muertos, miles de heridos y de detenidos- y la caída de su popularidad, lo forzaron a ceder esos cambios.

Según la encuesta Cadem de diciembre el Gobierno de Piñera es rechazado por el 81% de los consultados y aprobado solo por el 11%. Esta semana, cuando visitó Valparaíso a raíz de los incendios forestales que dejaron 245 casas destruidas y más de mil damnificados, el mandatario fue insultado por manifestantes. Horas antes el presidente había dicho en una entrevista que muchos de los vídeos en los que se muestran violaciones flagrantes a los derechos humanos por parte de Carabineros eran «falsos» y que fueron «grabados fuera de Chile». El Colegio de Periodistas de Chile rechazó las declaraciones de Piñera y consideró que negar violaciones a los derechos humanos «es en sí un acto de violencia». Recordaron también los informes del Instituto Nacional de Derechos Humanos, de la ONU, la OEA, Amnistía Internacional y Human Rights Watch.

Mientras los legisladores siguen debatiendo sobre la eventual constitución de la asamblea, una discusión que provocó un quiebre en la coalición oficialista Chile Vamos. Partidos progresistas -y del oficialismo derechista- proponen que haya paridad de género y escaños para pueblos originarios. El partido derechista UDI se niega y mantiene «congelada» su participación en la alianza que sostiene a Piñera en el Gobierno.