Una zaga indefensa ante el calendario
Diego Martínez apenas ha podido rotar en posiciones clave como los laterales, donde las lesiones de Víctor Díaz y Quini obligaron a Neva y Foulquier a jugarlo casi todo
Fran Rodríguez
Granada
Martes, 26 de enero 2021, 01:30
El Granada ha encajado demasiados goles en lo que va de temporada. 34 en Liga –el que más junto al Betis–, tres en Copa ... y, eso sí, solamente cuatro en UEL –clasificación incluida–. Es un dato frío que su situación, vivo en las tres competiciones, apenas refleja. Sin embargo, preocupa que el Granada de Diego Martínez, otrora caracterizado por haber dado con la receta para dejar la portería a cero con asiduidad, solamente haya podido hacerlo en dos de los últimos diez partidos.
Los fallos en defensa están multiplicándose, en ocasiones por no poder mantener el ritmo, otras por fallos de concentración. Quizá en alguna entró en juego el acierto rival, pero en todas se evidenció con una falta de frescura alarmante. Y es que quizá ahí está el gran problema que justifica la sangría en la retaguardia: la falta de descanso de los teóricos titulares. El histórico billete a Europa conllevaba un reto abrazado por técnicos y plantilla: el recrudecimiento de un calendario ya de por sí apretado por la situación del coronavirus. Otros contratiempos, las lesiones y las sanciones obligan al vigués a explotar a algunos fijos como Germán y, sobre todo, los laterales.
Volar sin alas
Clave en los éxitos pasados fue el equilibrio en las bandas –y el acierto con el regreso de Foulquier–. El francés, Víctor Díaz y Neva hicieron un trabajo colosal en defensa y volaron en ataque. Sin embargo, este curso, las lesiones del sevillano y Quini dejaron solos ante el peligro a Carlos Neva y Foulquier, ahora Ícaros que han forzado su maquinaria hasta que el abrasador fuego de los dos partidos por semana ha quemado sus energías. En los últimos meses han salido nítidos en la foto de los goles en contra. No por incapacidad, pues han demostrado poder defender los costados de Rui Silva con firmeza en el pasado. Pero ambos cuentan con demasiados minutos en las piernas y eso acaba lastrando.
Carlos Neva, de hecho, es el jugador de campo que más ha utilizado Diego Martínez. 2.402 minutos ha jugado el gaditano, que ha puesto su incombustibilidad a prueba para facilitar al 'chamán' el puzzle que es hacer un once competitivo cada tres días. De las 20 jornadas en Liga, Neva ha jugado 18, descansó en el Wanda y no pudo jugar por el confinamiento obligado tras Chipre. A eso suma 120 minutos disputados ante la Cultural Leonesa en Copa y nueve partidos europeos.
Foulquier también pasará pronto los 2.000 minutos. Ha contado con algo más de respaldo que Neva gracias a la irrupción de Pepe, los primeros duelos que sí pudo disputar Víctor Díaz y soluciones de urgencia para el lateral diestro como Vallejo o Puertas. El francés evidencia fallos de concentración y de contundencia agravados –si no causados– por su alto kilometraje.
Germán suma y sigue
La sobreexplotación de Neva es 'vox populi', pero la situación de Germán, con solo 257 minutos menos que el zurdo, pasa algo más desapercibida. Al igual que a los laterales, al gaditano se le nota menos inspirado que de costumbre. Ha perdido en los últimos duelos de Liga ese impacto, rudo pero noble, que mantiene a raya a los mejores delanteros del mundo y lo ha encumbrado en la élite. Podría ser la 'percha' de lo físico la que no soporte el habitual nivel que da el capitán gaditano.
Aún así, su sociedad con Duarte en el centro de la zaga está fuera de duda. El luso, con cerca de 400 minutos menos que su socio, pasó por un bache en su juego pero ha completado buenos encuentros recientemente y trabaja sin descanso para minimizar el riesgo de un hombro que le ha dado problemas este curso.
Tomando un rol de comodín, Jesús Vallejo es quien más minutos suma de la segunda unidad. El maño se ha puesto a disposición del míster para ayudar no solo como central sino también en el perfil diestro y como pivote en un experimento sin éxito. Con 1.534 minutos, su participación en la zaga queda muy por encima de la de Nehuén Pérez. El argentino ha visto crecer su presencia con la llegada de la Copa, más allá de oportunidades como la que tuvo ante el PAOK, el Getafe y el Elche.
La esperanza para devolver la entereza a la zaga reside en las bandas. Principalmente en la recuperación satisfactoria al fin de Quini y Víctor Díaz. Que reparen sus músculos y aporten su repleto tanque de combustible será vital para dar descanso a Neva y Foulquier. También el crecimiento constante, sin prisa y sin pausa de Pepe, sorpresa y bendición de la temporada con 544 minutos dando la talla. Todo ello a la espera de algún refuerzo que, probado queda, no sería capricho.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión