La visita de la plana mayor con el United

El asunto es descubrir si esta estancia se limitará a lo protocolario, a asistir al encuentro desde el palco o en las zonas 'VIP' del estadio, o bien tendrá otro trasfondo. En un momento clave de la temporada, con el futuro del entrenador por despejar, la partida de ajedrez que se desarrolla para esclarecer su futuro sigue abierta. La negociación con Diego Martínez está aplazada por él mismo hasta final del ejercicio, pero es obvio que los miembros de DDMC desean convencerlo antes para que continúe. Un encuentro físico puede servir para aclarar el dilema o para seguir posponiéndolo. En cualquier caso, algún mensaje institucional sería de recibo para que el entorno del equipo sepa hacia qué dirección se dirige el proyecto. Patricia Rodríguez todavía no ha ofrecido una verdadera comparecencia en la que aborde estas cuestiones. Si crucial es establecer quién comandará el vestuario el próximo curso, también lo es cómo se armará el organigrama interno y qué perspectivas deportivas se abren. Hay mucho trabajo por emprender, aunque quede tiempo para la reacción.

Estuvo seco Diego Martínez en su rueda de prensa pospartido. Siempre ha sido algo susceptible, aunque también hay que decir que el grado de confianza es alto con la mayoría de los periodistas que asiste a sus conferencias, ahora telemáticas. Diego es tan competitivo como su equipo y le molesta que las cosas se tuerzan, le afecta, se le nota. Encima, se le juntó con lo de Emery. Llegar al siguiente enfrentamiento histórico sin la disponibilidad de futbolistas importantes y con algunos en un mal momento no es un trago agradable. Hay un desgaste más emocional que físico para todos. Ahora tienen que aislarse y pensar que el esfuerzo acumulado les ha llevado a una pasarela así. Les toca superarse. Hasta la propiedad quiere ser testigo. También ha de ser parte del arreglo. El Granada será lo que quieran sus dueños, una vez más.