Errantes
El 'doce' ·
El Granada es un equipo no definido a estas alturas de campeonato, siendo imposible saber lo que pretendeEDUARDO ZURITA
GRANADA
Domingo, 20 de febrero 2022, 11:49
Cuando las cosas vienen mal dadas no hay cuestión peor que trasmitir inseguridad en las decisiones a tomar. El Granada está en una dinámica muy ... preocupante, no sólo por su incapacidad de puntuar en cinco jornadas consecutivas -que recuerda lamentables tiempos pasados de la temporada del descenso en 2016/17- sino porque aparece como un conjunto que se equivoca demasiado, tanto en los planteamientos tácticos de los partidos como en las decisiones sobre el césped. No cierra bien su marco y falla estrepitosamente ante el rival.
Empiezan las decisiones errantes desde el banquillo, desde el que cada alineación parece un experimento, lo que traslada al plantel un mensaje de inseguridad. Cualquier jugador puede pasar de titular a repudiado, o de olvidado a repentina solución. El Granada es un equipo no definido a estas alturas de campeonato, siendo imposible saber lo que pretende. Capaz de un esperpento como el de la primera parte ante el Villarreal, con sensaciones de falta de actitud, y de reaccionar emotivamente en la segunda parte hasta desarbolar a todo un Villarreal y rozar la remontada.
Desde hace varias jornadas las aptitudes en las áreas son tan erraáticas como las decisiones del banquillo. No se transformaron oportunidades claras en la primera parte del Bernabéu, se erró un mano a mano y una acción clara de superioridad en San Sebastián cuando el encuentro estaba en tablas y ante el equipo castellonense no se culminaron tres llegadas de uno contra uno -una de ellas incluso de dos contra uno- que podían haber equilibrado un marcador que se había puesto muy adverso al descanso por los deméritos de los rojiblancos.
En los últimos cinco enfrentamientos se han encajado 13 goles y sólo se han conseguido tres inútiles dianas. Los números son de equipo candidato al descenso, y el Granada aparece, a día de hoy, como una escuadra muy débil, incluso más vulnerable que los tres equipos que cierran la clasificación. El escaso bagaje de dos puntos tras siete jornadas ha dilapidado el colchón de seguridad con el que se contaba, haciendo del próximo enfrentamiento ante el Cádiz un partido trascendente para el devenir liguero definitivo del Granada, una auténtica final, guste o no este término.
La leyenda de «El Holandés Errante» es la de un barco vagando por los mares tras su maldición. Ahora mismo el Granada está en zozobra, y discurre errante por el campeonato, con sus jugadores atenazados, y con un capitán del barco que, con los bandazos en sus determinaciones, transmite sensaciones de haber perdido el rumbo desde el arranque de la segunda vuelta. Sin obviar que ciertas decisiones tomadas, en su momento, para este curso por armador y patronas pudieran estar en las causas originarias de la actual trayectoria errática.
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