La vida sigue igual

La primera parte tuvo más emoción que fútbol. Demasiado respeto entre dos equipos muy bien posicionados en el campo y en la tabla, el primero y el segundo, que más que ganar daba la impresión de que no querían perder. Las ocasiones fueron escasas principalmente porque en estos minutos la línea ofensiva del Granada estuvo demasiado desacertada. Los rojiblancos recuperaron bastantes balones gracias a su presión en campo contrario pero no inquietaron a Tomeu Nadal hasta el minuto 45.

Hasta ese momento el Granada dominó, Fede San Emeterio y Montoro volvieron a completar un muy buen trabajo en la sala de máquinas y Rey Manaj se tuvo que marchar lesionado tras recibir un golpe fortuito de Germán, que lo obligó a salir en camilla. Ya en el tiempo añadido de la primera mitad una buena internada de Víctor Díaz concluyó con un centro de éste que Vadillo remató dentro del área. Tomeu Nadal hizo un paradón pero el remate quedó en los pies de Fede Vico y éste, con todo a su favor para marcar, lo estampó en el larguero. Ver para creer.

En la segunda el Albacete salió más decidido a atacar y Gentiletti fue el primero en poner a prueba a Rui Silva con un remate desde el interior del área que el guardameta luso atrapó en dos tiempos (m.47). Fede Vico volvió a tener el 1-0 en las botas pero un defensa albaceteño evitó su gol bajo palos y en mitad de un partido mucho más abierto y atractivo que en la primera mitad Bela adelantó a los suyos de cabeza al aprovechar un centro desde la banda derecha (0-1).

Le tocó al Granada nadar a contracorriente y lo cierto es que los de Diego Martínez prácticamente encerraron a su rival atrás durante estos instantes. Rodri y Vadillo estuvieron cerca del empate, pero finalmente fue Fede Vico el que firmó el 1-1 al transformar un lanzamiento de penalti por una clara mano de Gentiletti en el área visitante.

En la recta final el Granada quiso tirar de épica y remontar el encuentro con el empuje de su afición, pero el empate era un marcador muy goloso para un equipo tan bien ensamblado como el Albacete y los minutos pasaron sin que el marcador volviera a registrar movimiento alguno.