El Granada quiere cortar la luz en la fiesta de Mestalla
LA PREVIA ·
Los rojiblancos ansían una victoria ocho jornadas después allí donde no ha ganado jamás mientras dura la resaca de su anfitriónNo está el Granada como para renunciar a ningún punto y cualquiera de los tres en juego esta tarde en Mestalla le vendría de maravilla ... en la agonía que ahora le posee por la permanencia. Jamás en su historia han ganado allí al Valencia los rojiblancos, que necesitan convencerse de que esta puede ser la primera vez por pura urgencia ante el pánico a que a los de abajo les dé por ganar sus partidos y reducir la distancia con el corte que por ahora permanece en cuatro puntos. La salvación no pasa solo por Los Cármenes porque eso supondría acotar las posibilidades a la mitad.
Robert Moreno y sus futbolistas visitan un estadio que seguirá de fiesta menos de setenta horas después de que su anfitrión se clasificase para la final de la Copa del Rey. El Valencia apeó al Athletic y lo celebró a lo grande, con la ilusión recobrada que ha insuflado José Bordalás tras inyectar competitividad en vena a su plantilla. Todos los opinadores que tiene el fútbol se atreven a cuestionar los métodos del entrenador che, pero pocos pueden dudar de su eficacia. Ese equipo imprevisible que siempre ha sido el valencianista se ha convertido en un acorazado, como todos los equipos a los que ha dirigido Bordalás antes.
Los rojiblancos intentarán cortar la luz en plena fiesta y aprovechar la resaca en su rival, aunque parece impensable que nadie se duerma en los laureles en un vestuario que comanda Bordalás por puro terror a las consecuencias. Para que haya combate al menos será indispensable igualar la intensidad habitual de los locales, que podrían rotar piezas por el cansancio del emocionantísimo encuentro ante el Athletic y que han perdido a su capitán, José Luis Gayà, en el lateral izquierdo. Los jugadores del Granada, por su parte, deben quitarse el miedo de encima y jugar como alguna vez lo hicieron.
«Alineación clara»
Robert Moreno aseguró en su comparecencia previa al partido que tenía clara la alineación por la que apostaría en Mestalla. No suele ser lo habitual en los entrenadores, que suelen permanecer atentos a molestias de última hora para definir su equipo. Tras los bandazos de las últimas jornadas entre los jóvenes y los veteranos, los nuevos y los de siempre. Contra el Cádiz reapareció Domingos Duarte en una zaga de tres pero acabó expulsado a la media hora, ausente como los lesionados Maxime Gonalons, Sergio Escudero y Santiago Arias.
El técnico expuso su confianza en que Bordalás insista en un sistema idéntico que, reforzado en defensa, le ha permitido encadenar dos partidos con la portería a cero. No está claro del todo, tampoco que Moreno le imite. La apuesta por los tres centrales y los dos carrileros contra el Cádiz acabó en la basura al quedarse con un jugador menos a la media hora, reciclado Antonio Puertas al lateral. En Mestalla, juegue quien juegue en las bandas sabe que tendrá mucho trabajo ante hombres punzantes como Bryan Gil, el exrojiblanco Dimitri Foulquier o Toni Lato en relevo de Gayà. De ahí que no pueda descartarse una vuelta al 4-4-2, quizás con Collado de nuevo levitando tras Luis Suárez.
Robert Moreno se enfrenta a varios dilemas. La crudeza de la situación le obliga a dejar cada vez más claro con quién cuenta y con quién no en una plantilla de 27 futbolistas con varios de sus integrantes paralizados o lejos de su mejor versión. Algunos de ellos, incluso, solo semanas después de haber sido titularísimos. Uno de los pocos imprescindibles del entrenador, además de sus tocayos Luís Maximiano y Luis Suárez, es Luis Milla. Está por ver quién le acompaña en esta ocasión por la vacante que dejó Gonalons. Isma Ruiz estuvo correcto contra el Cádiz, pero quizás frente al Valencia quiera Moreno optar por un perfil más físico que pudiese aportar Njegos Petrovic, aún inédito como titular.
Con tanta incertidumbre, muchos se agarran a quienes algún día fueron una certeza. Ocurre con un viejo ídolo como Darwin Machís, a quien Robert Moreno indultó frente al Cádiz al reclamarle al descanso como revulsivo, sin efecto luego. Parece pronto aún después de haberse visto durante dos semanas en Estados Unidos. En principio mantiene la confianza del técnico Myrto Uzuni, algo pasado de revoluciones en el último partido por sus ganas de agradar pero con ánimo innegable por aportar los goles y las asistencias, el bullicio en definitivo, que en sus mejores momentos generaba el venezolano. A la vuelta de Mestalla esperan el Elche y el Alavés, auténticos jueces de la deriva del Granada en este último tercio de campaña, pero conviene no desperdiciar ninguna bala.
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