Uzuni y Boyé, para disparar la última bala

A la entidad nazarí solo le queda recurrir a la épica con la que José Ramón Sandoval recuperó al equipo de la temporada 2014/2015 con un milagroso final de temporada que permitió obrar la permanencia. Ahora el margen de recuperación es más amplio, pero la cuesta está más empinada y no permite ningún tropiezo más. El hito, más propio de las películas de ficción que de la realidad, tiene un punto de partida claro y es el duelo ante el Valencia, en el que la plantilla rojiblanca debe volver a sumar tres puntos. Cualquier otro escenario crispará aún más a la grada granadinista, que ya irá caliente al partido por el devenir de la temporada.

Esta tarde, ya sin lluvia, se medirá el grado de hastío de la afición con un equipo que no entusiasma y que ya ha dado por amortizado el curso. Los seguidores rojiblancos tienen dos opciones en esta jornada intersemanal: quedarse en casa o acudir al estadio. De optar por lo segundo, asistirán a un nuevo 'juicio' contra la propiedad china del club, al que cada encuentro en Los Cármenes se le va a hacer bola de aquí a mayo. Los seguidores nazaríes no miran al campo y tampoco al banquillo, por mucho que las decisiones que se tomen sobre el césped no sean en muchos casos las adecuadas. Los ojos se posan sobre el centro del medio de la Tribuna del estadio, con la plana mayor de la propiedad presente, con la presidenta, Sophia Yang, y el director general, Alfredo García Amado, como rostros más señalados del fracaso de este curso deportivo. Ante el Valencia se disputó el primer partido posterior a la covid, en la temporada 2021/2022, y esa jornada se vieron centenares de huecos en el estadio que este jueves podrían reproducirse por voluntad propia de los aficionados.

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La vaca rojiblanca da para lo que da, por lo que las variantes en la alineación del equipo granadino serán contadas a pesar de que se suma toda la segunda vuelta sin ganar. La entrada de Myrto Uzuni puede ser clave para que se produzcan algunas variantes en la parcela ofensiva, con algún sacrificado en la zaga para pasar de nuevo a 4-4-2, sin tres centrales. Rubio o Ricard se caerán de la alineación, con Bruno Méndez, el zaguero más fiable de las últimas jornadas, como lateral o central.

Enfrente estará el Valencia, que espera contar con Sergi Canós. El atacante arrastra molestias físicas desde finales de enero, pero aspira a normalizar su participación en Los Cármenes. Su chispa dio varios partidos al equipo che entre diciembre y enero y en combinación con Hugo Duro y Diego López puede ser letal. El partido será especial también para Dimitri Foulquier, que era rojiblanco en el último enfrentamiento entre ambos equipos y tras el duelo de 2020 partió hacia el equipo valencianista, en donde ha logrado hacerse un hueco en la defensa a lo largo de las tres temporadas que ya suma en Mestalla. El rival de los rojiblancos necesita vencer para no descolgarse de la pelea por un futurible séptimo puesto europeo que podría habilitar el Athletic si levanta pasado mañana la Copa del Rey, pero el Granada aspira a que el disparo de hoy sí sea certero.