El 'tuneo' funciona con 'los Carlos'
Jóvenes como Fernández o Neva evolucionan de la mano de Diego, que consigue que su plan B no se distancie del A
Rafael Lamelas
GRANADA
Jueves, 26 de septiembre 2019, 00:51
1. Como todo entrenador cabal, Diego Martínez jamás promete resultados pero sí trabajo. Un esfuerzo conjunto para aproximar al equipo a la victoria con los ... elementos que maneje. Poco presuntuoso, de lo que sí se ha jactado alguna vez es de conseguir una progresión en la carrera de los jugadores. Curtido en el fútbol base, con la cantera del Sevilla como centro de experimentación, donde pasó por el departamento de metodología, el juvenil (campeón de España) y el filial (ascenso a Segunda y permanencia posterior), el técnico gallego tiene a varios ahijados por las dos principales categorías nacionales que siempre han hablado maravillas de su ciclo con el vigués, clave en sus carreras.
2. Diego ya reunió a un grupo de jóvenes la temporada pasada en Granada que habían servido a su causa, como Martínez, Fede San Emeterio, Pozo y Bernardo. El primero sí pudo regresar, los centrocampistas volvieron a los clubes propietarios de sus derechos (que no los quisieron soltar ante su visible evolución) y el último, Bernardo, se fue cedido, quizás el que estaba más cerca de su techo, lastrado por cierta lentitud. Pero Diego sí pudo rescatar a un antiguo pupilo este curso, Carlos Fernández, un delantero de gran movilidad y mirada panorámica al que ayer dio la titularidad y que se lo agradeció con un gol y gestos de delantero de muchos quilates.
3. El plan B del Granada mantuvo la 'c' de competitivo, porque cada futbolista alcanza el estatus de la titularidad tras someterse a un proceso de 'tuneo' que, en algunos casos, supone una visible metamorfosis. El caso más flagrante es el de Carlos Neva, el meritorio canterano que se ganó una plaza en el primer equipo con su disposición en pretemporada. Parecía un caso aislado, un complemento ante el retraso en la llegada de un fichaje para la zona, con la lesión de Álex Martínez a cuestas, pero cuando ha tenido que ser reclamado para las operaciones en sustitución de Quini ha demostrado un vigor insospechado con sólo 23 años.
4. Lo más asombroso de todo es que quien le viera con el filial sabrá que era un lateral extremadamente ofensivo pero con lagunas atrás. En el arranque de Liga con el Recre, de hecho, el anterior preparador, Pedro Morilla, lo utilizó de carrilero para aprovechar ese empuje en ataque, al tiempo que protegía su costado con un tercer central. Sin embargo, Diego le ha corregido en ciertas acciones y la predisposición del gaditano ha hecho el resto. Lo que podía ser una crisis seria, tapar el agujero en la zona zurda sobre todo porque Köybasi seguía con su rodaje en los entrenamientos, se ha resuelto con gran entereza por parte de Neva.
5. Carlos Fernández también tiene 23 años y un futuro espléndido. Tanto que el Sevilla no documentó la posibilidad de que el Granada lo pueda retener el año que viene, sin opción de compra ni derecho de tanteo. Si le interesa, tendrá que sentarse a negociar de cero. Tutelado por el que fue su maestro, el punta se ha adaptado a las dos posiciones centrales del trampolín de vanguardia.
6. Puede ejercer de boya arriba, pero también flotar desde la mediapunta, con un perfil incisivo. Ya lleva dos dianas, las mismas que Puertas y Azeez, dentro de un conjunto tan colaboracionista que hasta los goles se reparten mucho. Carlos sabía que reencontrarse con Diego le podía aportar ese salto de nivel en su juego con el que aspirar a grandes cotas. Soldado, que descansó en Valladolid, parece hoy inamovible como ariete, pero hay una posición abierta por detrás tras la lesión de Fede Vico a la que el espigado sevillano aspira.
7. La estructura tiene también otros integrantes que superan por poco la veintena y que ya en estos meses han implementado detalles a su estilo. Ahí está el caso de Domingos Duarte, de 24 años. De base se alumbra un central de jerarquía, con buena salida de balón y la cabeza siempre levantada, pero en el Deportivo de la Coruña, en el que estuvo en préstamo la campaña pasada por parte del Sporting de Portugal, tuvo algunas flaquezas a la hora de proteger su marco que el equipo blanquiazul pagó caro. Diego, junto a su cuerpo técnico, ha conversado con él, aportando matices que le han llevado a tasar mejor los riesgos en ciertos movimientos. Su compenetración con Germán y con Martínez en el estadio pucelano quedó fuera de toda duda.
8. Yangel Herrera, que descansó de inicio en el José Zorrilla, es otro de los que crece a empellones. Con sólo 21 años, ha ido soltándose desde su debut en Cornellá hasta erigirse en un conector indudable del centro del campo con el ataque. Ha sorprendido con su poderoso disparo lejano, que le llevó al gol en Balaídos y a una diana anulada antes de ayer. Domingos Duarte tapó la trayectoria del portero Masip desde posición de fuera de juego, aunque fue tan potente el lanzamiento del venezolano que cuesta creer que el guardameta tuviera tiempo de reaccionar aun sin la posible distracción.
9. Yangel ha sabido entenderse con el líder de la medular rojiblanca, Ángel Montoro. El valenciano se siente bien con esos pivotes que a veces fijan y otras veces se sueltan, porque él actúa igual. Con Gonalons se le vio más encorsetado porque al francés aún le falta la chispa que dan los minutos.
10. Diego Martínez va incluyendo ingredientes en su marmita y la cocción no se estropea, sino que gana en sabor. Puede que algunos de los que hoy sirven a su causa continúen con él mañana, e incluso es posible que vayan a más. Otros le agradecerán el 'máster' y retornarán a sus equipos con varias lecciones aprendidas, todas necesarias. No hay más secreto en este vestuario que la constancia diaria, el querer ser mejor cada día. Lo saben los chavales y hasta ciertos veteranos que no podían imaginar alcanzar la treintena en semejante estado. Una segunda juventud.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión