Torrente derriba la puerta
ASALTO A LA ÉLITE ·
El canterano se asienta en la zaga por las lesiones de los tres centrales de la primera plantillaJosé Antonio Camacho proclamó hace años que los canteranos debían «tirar abajo la puerta del vestuario del primer equipo; no basta con tocar». Es lo ... que ha hecho en los últimos partidos del Granada el central Raúl Torrente. El joven zurdo de veinte años ha aprovechado las lesiones de tres de los cuatro zagueros de la plantilla –Domingos Duarte, Víctor Díaz y Germán Sánchez– para asentarse en los planes de Robert Moreno, aunque los dos últimos esperan estar disponibles este lunes en Cádiz. El catalán, que no quiso precipitar su asalto a la élite, ya le dio paso por delante de Luis Abram, firmado en verano, para reemplazar a Víctor Díaz tras romperse contra el Real Madrid y unos días después ante el Athletic. Se mantuvo en la titularidad frente al Alavés y ahí puede seguir si sus compañeros no se recuperan a tiempo.
Más allá de la oportunidad que se le ha presentado por la concentración de bajas en su puesto, Raúl Torrente está demostrando con su rendimiento que está capacitado para jugar ya en Primera división. Su promoción recuerda a la de Carlos Neva en septiembre de 2019, cuando Diego Martínez recurrió a él antes que a Ismail Köybasi –como Abram, firmado aquel verano– ante las lesiones de Quini y Álex Martínez en un partido de máxima exigencia como la visita del FC Barcelona a Los Cármenes y en adelante, hasta hacerse indiscutible.
Como el gaditano, también Torrente es un canterano importado. El central nacido en la pedanía de El Mirador, de la localidad murciana de San Javier, firmó en julio de 2018 a punto de cumplir 17 años procedente del Mar Menor de Tercera división tras abandonar las categorías inferiores del Cartagena. Neva, por su parte, se vistió de rojiblanco ya con 21 años, procedente del Marbella tras conocer las canteras del Real Madrid y el Sevilla después de haberse formado en el Racing Portuense de su localidad natal, El Puerto de Santa María.
El gaditano se incorporó directamente al segundo equipo de la entidad, el Recreativo, al contar ya con una edad y trayectoria importantes, mientras que el murciano fue reclutado en su último año como juvenil para ponerse al servicio de Rubén Torrecilla en la plantilla de División de Honor. El entrenador moldeó al zaguero desde su apuesta por el juego de posición y, formando pareja con Pepe Sánchez, contribuyó a la histórica clasificación para la prestigiosa Copa del Rey de la que luego les apeó el FC Barcelona de Ansu Fati.
En las dos últimas temporadas vio cómo Diego Martínez apostaba por su compañero para reforzar al primer equipo. Pepe, un año mayor, parecía un paso por delante en su progresión, más habitual también con el Recreativo de David Tenorio por entonces. Al vigués le encantaba la sobriedad del jienense, que respondía a su máxima de disputar cada pelota como si fuese la última. Aunque ya fue contando con Torrente la pasada campaña al incluirle en la lista 'B' para la Europa League y llevárselo a distintas citas continentales, el murciano no llegó a debutar.
Flechazo con Robert
Todo cambió sin embargo con el aterrizaje de Robert Moreno. El catalán, amante del juego de posición al igual que Rubén Torrecilla, quedó prendado en pretemporada por las condiciones del zurdo, con una planta imponente para las veinte primaveras que cuenta por sus 193 centímetros. Aunque contó tanto con Torrente como con Pepe en verano, el murciano adelantó al jienense entre sus preferencias por sus aptitudes para el fútbol que el entrenador pretendía implantar en el Granada. De hecho, fue él quien permaneció en la dinámica de la primera plantilla mientras que Pepe se quedó en la del Recreativo, aunque volvió a subir tras la lesión de Víctor Díaz contra el Real Madrid. Una vez cerrado el mercado de verano, ambos renovaron hasta 2024, con anuncios conjuntos.
Robert Moreno procuró prudencia con él como con Isma Ruiz, otro canterano que le cautivó en pretemporada. Sin embargo, les antepuso a ambos sobre Abram y Eteki para la última media hora ante el Real Madrid: «Tal y como están entrenando y con el nivel que tienen y las condiciones del partido, confié en ellos incluso en una situación que no era fácil. Si queremos confiar en la cantera, tienen que estar disponibles también en estos momentos. Lo hicieron bien y es una grata alegría. Ojalá se conviertan en futbolistas importantes para el Granada porque no hay nada mejor que jugar con gente de la casa; son los que más sienten jugar para el primer equipo».
La pérdida del primer capitán del equipo ante los blancos abrió un dilema a Robert Moreno antes de visitar San Mamés: o arriesgaba manteniendo su apuesta por Raúl Torrente o devolvía la titularidad a Luis Abram en un escenario «complejo», como él mismo lo definió. «Ambos pueden hacerlo bien: son zurdos, tienen buena salida de balón y son rápidos, aunque uno más que otro. Torrente tiene más centímetros pero Abram domina el juego aéreo por su capacidad de salto», jugó al despiste en la previa, en la que también avisó: «Si tuviese en cuenta que no tienen experiencia en Primera nunca pondría a un jugador del filial, pero es que eso solo se consigue jugando y alguna vez tiene que ser la primera. Tengo total confianza en los chavales; confiar en ellos ha marcado mi carrera». De hecho, recordó el marcaje a Raúl de Tomás en el amistoso veraniego con el Espanyol en Marbella.
Al final apostó por Raúl Torrente como titular junto a Germán Sánchez y la posterior lesión del segundo capitán le dejó junto a Abram en San Mamés y también contra el Alavés. Frente al Athletic cuajó una actuación extraordinaria que no emborronó su resbalón al ir a salvar el balón que finalmente acabó en el segundo tanto de los bilbaínos. «Le tocó defender a jugadores experimentados, rápidos y de alto nivel en un partido de alta tensión. Es una alegría para el granadinismo. Estoy muy contento con él y por mí, por tener a un jugador así en la plantilla. La jugada desgraciada del segundo gol del Athletic queda al margen con su partido», le defendió.
Familia de campo
En aquella intervención, Robert Moreno desveló una curiosidad: «Torrente es humilde y trabajador; cuando no juega a fútbol ayuda a su padre en el campo». Si su carrera sigue como ha nacido, parece difícil que el murciano vuelva a la huerta más que de visita. El detalle, no obstante, refleja de dónde viene este central con tamaño germánico y lectura defensiva italiana. Además de los minutos en Liga, también disputó el primer tiempo en Copa contra el Laguna y reforzó al Recreativo de Torrecilla en cuatro partidos en Segunda RFEF, ante Hércules, Melilla, Toledo y Marchamalo.
Muy exigido en el juego aéreo por Athletic y Alavés, respondió con centímetros y contundencia. Tampoco le pesó la responsabilidad de iniciar las jugadas desde atrás cuando Joselu taponó a Abram, a su derecha, el pasado viernes en Los Cármenes. El Granada ha encontrado un diamante en su cantera y Robert Moreno se relame.
«Es el futuro del club»
Raúl Torrente debutó en Primera división el pasado 1 de noviembre, en la goleada a domicilio al Levante (0-3). Ingresó en los últimos cinco minutos, con el partido resuelto, tras la lesión de Luis Milla. Tras el encuentro, el entrenador se deshizo en elogios: «Estoy muy contento por él, es un jugador con muchísimo potencial. Es el futuro del Granada, bajo mi punto de vista. Trabaja muy bien a diario y no pone un problema, está para lo que se diga. Tiene mucho talento, pero es joven y con ellos hay que ir con cuidado para no quemarles, porque sería una pena».
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