Al 'territorio Ighalo' con Neva ya recuperado

El retorno de Neva le quita un quebradero de cabeza al preparador catalán, que también recupera a Quini y Maxime Gonalons, presumiblemente directos a alineación titular, y a Domingos Duarte en la convocatoria, aunque tras tres meses parado lo normal es que aguarde turno en el banquillo. Lo ha pasado realmente mal, pero ahora mira al futuro con optimismo.

Por tanto, Moreno está en disposición de reunir un 'once' que se puede calificar como de gala, con Luís Maximiano en la portería, una defensa con Quini, Germán, Torrente y Neva, un mediocampo en el que manden Milla y Gonalons, con Puertas en la derecha, Machís en la izquierda y Luis Suárez y Jorge Molina en punta.

Ómicron no ha pasado tanta factura al final a los rojiblancos como a otras entidades, aunque se queden confinados Aarón Escandell, Sergio Escudero y Carlos Bacca. Ninguno suele salir de inicio, por lo que el problema es menor para el cuerpo técnico. Al portero valenciano le reemplaza en la lista Sarr, del filial, mientras que en principio no habrá relevo zurdo para el vallisoletano en el banquillo; si Neva se lesiona, lo lógico es que Quini caiga a la izquierda e ingrese Víctor Díaz en la diestra. En punta, como refresco a Suárez y Molina, quedará otro recreativista, Adri Butzke, aunque Robert Moreno también se ha llevado, por si acaso, al extremo Bryan Zaragoza, otro de los chicos que se está integrando en la dinámica de los mayores.

Montoro y Rochina no viajaron por lesión, aunque su vuelta está más cerca. Arias también se encuentra convaleciente, aún en Colombia, mientras que Collado, que trabaja ya con el grupo, no podrá ser inscrito hasta el lunes como pronto, siempre que se resuelva algunos flecos con el Barça que se están eternizando.

Estaba el Granada en un gran momento justo antes de Navidad. Queda por comprobar si el receso le ha sentado bien o mal. Lo cierto es que, aparte de ritmo competitivo, lo que se aprecia en la escuadra es el entendimiento entre lo que puede proporcionar esta plantilla y lo que plantea el entrenador, que no era lo mismo en el arranque del curso. Esa fluidez de ideas, la adaptación a una propuesta que sí satisface a las partes, explica que los rojiblancos hayan abierto hueco respecto al descenso. Se han cuidado esos pequeños detalles que tanto influyen en el fútbol y se ha contado con la necesaria fortuna que todo juego implica.

El Granada ya regresó al 'territorio Ighalo' la temporada pasada, ganando con un tanto de Luis Suárez, pero ahora lo hará ante con público en la grada. No habrá un llenazo como entonces, también porque las normativa impide más de un 75% del aforo, pero sí comprobará el recibimiento que se le dispensa por parte de la hinchada local. Se espera a unos cuantos seguidores rojiblancos en tierras ilicitanas, que querrán hacerse notar y recordar viejos tiempos.

Francisco Rodríguez se ha quejado amargamente de las bajas por covid, aunque puede haber recuperado a alguno de los que empezó como positivo. Lamentó las bajas de Marcone, Boyé, Lucas Pérez, Milla y Benedetto. Sí está restablecido Verdú, ya veremos si alguno más. Por sanción, queda fuera también Enzo Roco.

El preparador almeriense envida con el mismo sistema que emplea el Granada, un 4-4-2 que puede adoptar una variante si es Pastore el que conecta con el delantero centro. Será Guido Carrillo, salvo que salga algún atacante del aislamiento.

La cita sirve para cerrar la primera vuelta, cuya nota ha superado el aprobado para los rojiblancos gracias a su última racha en Liga. Fuera de la Copa, los esfuerzos se centran en la competición primordial, aunque nadie se puede dormir en los laureles con lo queda por delante. Tampoco conviene recrearse en las gestas pasadas. Lo de Ighalo ya es pasado y el presente es un rival directo por la permanencia que está en el filo del desfiladero y que necesita puntos como el comer.