Stoichkov vale ya puntos
Un golazo del gaditano a poco que pudo pensar sobre el balcón del área resuelve un partido que empezó feo, pero terminó con la portería a cero gracias a la labor de Manu Lama en la que también fue su primera titularidad entre otros
Una semana con el equipo fue suficiente como para que Stoichkov justificara su elección como recambio de Myrto Uzuni. Nadie en su sano juicio habría ... dudado de la munición del gaditano, pero el nuevo '10' del Granada debutó como titular con una primera ráfaga en el Nuevo Pepico Amat que ya valió puntos para los rojiblancos. Stoichkov marcó, además, como cabía esperar de un futbolista de su talento: después de media hora desaparecido mientras el Eldense coleccionaba ocasiones como para adelantarse en el marcador. Ya no parecen tantos los dos millones y medio de euros pagados por él, y van siendo menos los que se acuerdan del albanés ahora en el Austin estadounidense.
Era obvio que Fran Escribá iba a reunir a Stoichkov con Lucas Boyé ya de inicio en Elda, y que si no lo hizo antes con el Sporting fue por pudor. El delantero iba a pasarse, sin embargo, 21 minutos sin tocar el balón mientras vociferaba desesperado a los centrales y los mediocentros ante el cortocircuito general de su nuevo equipo. Resbaló cuando Rubén Sánchez le buscó al espacio y no halló a nadie cuando quiso tirar una pared de tacón, aún algo peleado con la pelota, como si no hubiera cambiado de club sino de deporte, pero a Stoichkov le bastó un segundo para pensar sobre el balcón del área para empezar a amortizar lo pagado por él. Algo debió ayudar el dragón estampado en la equipación diseñada por Saiko.
Tuvo que ser Abde Rebbach, también compañero en el Alavés, quien metiera a su amigo en el partido. El extremo procuro dejarle la primera bola en el pie, y aun así se le escapó. En la segunda dejó al punta solo frente al portero del Eldense, pero en fuera de juego, sin batirle al intentarlo con el exterior de su bota izquierda. En la tercera, ya al filo del descanso, simuló un autopase tras caracolear sin saber qué hacer para arrastrar marcas y pisar la pelota hacia atrás, un regalo que Stoichkov agradeció con tiempo como para echarse un piti.
El sustituto de Uzuni sacó la metralleta y disparó contra los aficionados del Granada, ubicados en ese mismo fondo, tal y como solía hacerlo Youssef El-Arabi. Stoichkov sonreía sabiendo que ya estaba cayendo de pie, feliz de vuelta al sur tras el paso tan frustrado como efímero por Primera con el Alavés vecino del Eibar con el que se consagró en Segunda. Sin ínfula alguna de estrella, marcar no le invitó a desentenderse del trabajo sucio propio del obrero que dejó de ser con el fútbol. Fue testigo privilegiado del gol de Giorgi Tsitaishvili y luego, contagiado de la generosidad de Boyé arriba, también él trató de dar un tanto hecho a Ricard sin final feliz.
Tampoco Manu Lama desaprovechó su primera oportunidad como titular en Liga por la incomparecencia de Pablo Insua tras su conmoción cerebral, aunque esta vez no le hiciera falta marcar. El propio Eldense que pretendió su cesión en invierno lamentó su sobriedad atrás, firme en cada duelo y contundente como para que algún despeje incluso tomara dirección a portería contraria. Tranquilo con balón para combinar con Luca Zidane y Loïc Williams, incluso se permitió algún recorte. Si estaba nervioso no lo pareció.
Lama amargó entre otros al granadino Diego Collado, insistente en las faltas sobre Sergio Ruiz probablemente por mandato del exrojiblanco José Luis Oltra dada la predilección que le guarda desde que coincidieran en el Racing. Fue Stoichkov sin embargo quien marcó la diferencia en el Nuevo Pepico Amat, no sin la colaboración de su amigo Abde. También con él empieza a entenderse Boyé, y es que el Granada ya no parece depender tanto de ningún futbolista en concreto.
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