Soro y Suárez, goleadores al fin ante su afición

Jugadores como Luis Milla, Luis Suárez o Alberto Soro llevan una temporada ya dejándose la piel con la rojiblanca horizontal, pero jamás la habían sudado ante su entregada afición. Y su reestreno, postergado por la pandemia, no pudo ser mejor.

Alberto Soro fue quizá el más aclamado del primer tiempo. No dejó de asociarse con Molina y Foulquier, desatornilló a los ingleses metiéndose por dentro y les cambió el paso regresando a la cal para desbordar. Selló su auténtica presentación ante su gente con un buen gol. Atendió de lejos a lo que se cocinaba en la izquierda y apareció con olfato en el segundo palo para rematar de cabeza. Se llevó el premio de arrancar el primer grito de gol a una afición devuelta a los asientos de plástico tras meses de cómodo sofá.

En el segundo tiempo fue Luis Suárez, que aterrizó el pasado verano tras un año con Soro en Zaragoza, quien recordó a los granadinistas lo que es fundirse en un abrazo de gol, aunque todavía se dé con la mirada. Protagonizó varios desmarques al espacio y fue jaleado por los granadinistas, que le recordaban «este Luis Suárez es el realmente bueno» y le gritaban «¡Bisonte!». Tiró de sangre goleadora cuando se ubicó en la frontal para recoger un servicio de Quini. Fallaron la defensa y el portero, pero él no sabe perdonar.

Carlos Bacca era el más buscado por los aficionados, que se tuvieron que conformar con verle en la banda haciendo trabajo de readaptación. En su lugar brilló otro 'fichaje'. Milla dejó buenas sensaciones y a la afición con ganas de mucho más.