El 'Soldado' de Diego

Ataviado con la elástica rojiblanca horizontal por primera vez en duelo oficial, Soldado salió del túnel de vestuarios para encontrarse de cara con la 'eterna lucha' que lleva consigo su nueva indumentaria, esa que va en los genes nazaríes y que se amolda a la perfección al carácter del valenciano. Acostumbrado a ser capitán, o incluso general, de cada plantel en el que ha militado, con Diego Martínez es un recluta más, implicado en las tareas menos vistosas del juego.

Se esmeró en la asfixiante presión que el Granada ejerció desde que arrancó el choque, pero se diluyó con el paso de los minutos. Anduvo desaparecido durante casi todo el primer acto, deambulando siempre sobre la línea que marca el fuera de juego, moviéndose con paciencia entre Pau Torres y Raúl Albiol. La dura vida del 'nueve'.

Comenzó a dejar su sello en el partido cuando el descanso estaba ya a la vuelta de la esquina. Montoro, en una falta en el centro del campo, puso el esférico en el borde del área pequeña, hacia donde corría el delantero perseguido por Raúl Albiol. El central entorpeció su carrera y le envió al suelo, provocando el penalti con el que Fede Vico puso el empate a uno.

Ya en la segunda parte, y con el 2-1 en el electrónico, fue un espectador de lujo del gol de Machís, así como el primero en felicitar al venezolano. Fue el único tanto en el que no participó. Anotó el siguiente con un remate de cabeza inapelable. No lo celebró, como prometió, aunque el partido tampoco lo permitía. Con un testarazo muy similar, asistió a Puertas para que el almeriense permitiese al conjunto rojiblanco sumar el primer punto de su nueva etapa en Primera división. Acabó la batalla acalambrado, exhausto, pero con una sonrisa.