Un año sobresaliente a pesar de las lesiones
El parte médico del club ha registrado un total de 63 dolencias en lo que va de temporada, de las que 28 han ocasionado bajas en al menos un partido
Chema Ruiz España
GRANADA
Jueves, 25 de junio 2020, 00:55
El Granada viajó este lunes a Leganés con nada menos que siete hombres lesionados. No es una situación nueva, sino todo lo contrario. Se trata ... de una circunstancia con la que Diego Martínez ha debido lidiar desde que comenzó a preparar la presente campaña, en contraste con lo sucedido en la temporada anterior, en la que precisamente el buen estado físico de los nazaríes jugó un papel fundamental en el ascenso a Primera división. Un mal endémico en el vestuario rojiblanco que ha impedido al técnico vigués confeccionar siquiera una convocatoria con todos sus hombres disponibles y que ha convertido la enfermería de la Ciudad Deportiva en algo parecido al camarote de los hermanos Marx.
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Doce percances más que en la temporada del ascenso a Primera
Los últimos en pasar fueron Martínez, Gonalons y Vadillo, aún «pendientes de evolución», pero la retahíla de lesiones comenzó con el inicio de la actividad, el pasado mes de julio. Desde entonces, el parte médico del club ha registrado un total de 63 lesiones, 42 de ellas de carácter muscular, que han llevado a la consulta a todos los miembros de la plantilla nazarí, a excepción de Aarón, Azeez, Vallejo, Gil Dias y Antoñín. De todas las dolencias, hasta 28 han causado la ausencia de un futbolista en, al menos, un encuentro oficial, aunque lo realmente preocupante de este ejercicio es la proliferación de bajas prolongadas.
El rostro de la desdicha es el de Neyder Lozano, primer fichaje del equipo en su retorno a Primera división. Cayó en la pretemporada, en Marbella, y no ha logrado debutar como rojiblanco. Se infiltró células madre extraídas del foco de la fisura en agosto, pero en febrero el club comunicó que no podría jugar más este curso. Su ficha fue dada de baja y ese mismo mes fue operado.
Al zaguero ya le esperaba en la enfermería Álex Martínez, que también en la preparación estival sufrió la primera de sus lesiones, que le tuvo hasta octubre en el dique seco. Ya en febrero, encadenó una lesión muscular y una tendinopatía insercional del tendón de Aquiles del pie derecho, afectado por el síndrome de Haglund, lo que le mantiene aún alejado de los terrenos de juego.
Algo similar ocurrió con Quini, titular en el lateral izquierdo precisamente desde que el sevillano sufrió otra avería de larga duración en Segunda. Su rodilla dio un susto tras la visita a Vigo, si bien pudo regresar algo más de un mes después, en Getafe. Sumó minutos en los cinco partidos posteriores, pero a la media hora frente al Alavés se acabó su temporada. Sufrió una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda, el protagonista de su lesión previa, y no ha vuelto a calzarse las botas.
Agujero en la medular
El buen rendimiento del eje Germán-Duarte y el descubrimiento de Neva permitieron paliar estas ausencias con un resultado satisfactorio, pese a todo, pero la verdadera problemática a la que ha tenido que hacer frente Diego Martínez este curso es el socavón que las bajas han causado en la zona neurálgica del juego, en especial en lo que respecta a la faceta de construcción. La rodilla y el tobillo de Yan Eteki fallaron pronto, pero su recuperación fue óptima y apenas ha visitado al cuerpo médico desde octubre, justo cuando comenzó el calvario de Montoro.
El mediocentro valenciano, pieza fundamental en el esquema, es la ausencia más significativa. Sus músculos fueron llevados al límite de sus posibilidades durante las primeras jornadas de Liga y dijeron basta en el Santiago Bernabéu. Ha encadenado desde entonces tres lesiones y una recaída, el pasado mes de mayo, cuando se vislumbraba su vuelta al campo. Privado de su visión de juego, Diego Martínez optó por juntar a Gonalons y Yangel Herrera, cuyo rendimiento ha sido sobresaliente. No obstante, no han logrado escapar de la plaga. Cuatro partidos se ha perdido cada uno de ellos por lesión, y queda por ver hasta cuándo se extiende el último percance del francés.
Nada menos que 20 citas ha visto por televisión Fede Vico, aquejado de la fascia plantar de su pie izquierdo en dos tiempos. Se la rompió parcialmente en septiembre y recayó en noviembre. Ahora recupera sensaciones sobre el césped, tras pasar por el quirófano en diciembre. Su caso es el único con final feliz en el esta campaña. Diego Martínez lo festeja, seguramente con los dedos cruzados para que no entre nadie más en lo que resta.
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