Salcedo da hasta el viernes a Li para validar el preacuerdo de venta del Granada

El resto del dinero de la operación serviría para paliar la deuda que la propia DDMC, a través de una filial, mantiene con LaLiga por la explotación de derechos televisivos en China, que con intereses ha llegado hasta los 98 millones. Ya hay una sentencia ejecutoria en marcha en el propio país originario de la corporación, pero que con la solución planteada quedaría condonada por aproximadamente la mitad.

Sobre el papel parece una salida muy favorable para la actual propiedad y el propio Li, porque quitaría el yugo de los incumplimientos pasados. También contribuiría a una solución con Pozzo para las contingencias derivadas del caso Líbero, que podrían suponer un riesgo máximo de 36 millones de euros para el propio Granada en el peor escenario, pero que mediante el acuerdo con el italiano se podría propiciar un acuerdo con él al respecto, que ya intentó la actual dirección, pero que no llegó a rubricarse. Pozzo a su vez negocia un pacto para evitar el juicio con la abogacía del Estado mediante el pago de una cantidad importante de compensación, pero menor a la que se exponían.

Li, que sigue residiendo entre Granada y Burdeos, aunque ahora se encuentra en China, ha mantenido contactos intensos con la parte interesada en adquirir el club en las últimas dos semanas. De hecho, mantuvo una reunión de toma de contacto en las oficinas de Greening Group, de la que Ignacio Salcedo es CEO, y otra en París que fue muy importante. Se incorporaron telemáticamente los máximos dirigentes chinos de la corporación y en ella se empezó a crear un acercamiento y aclararon el mandato de Li como único capacitado para validar cualquier acuerdo. Todo esto ocurrió en medio de su propio conflicto con la presidenta Sophia Yang, asesorada por su adjunto Javier Aranguren. Hace unos meses le apartaron del club, pero sí son los que habían mediado con los empresarios granadinos para el preacuerdo existente, en busca de un futuro adecuado para el Ganada.

Xiaohua Li ya no es miembro del consejo de administración del Granada. Este órgano lo forman en la actualidad Sophia Yang, Alfredo García Amado y otro chino, Lili Wang, cercano a Xiahoua Li. Li sí es el administrador único de Sport Investment Two, la sociedad dueña de Daxian, cuya administración también tenía Li hasta hace unas semanas, cuando la recuperó la presidenta Yang. Daxian a su vez es la mercantil que controla la mayoría accionarial del Granada CF SAD. Son todas partes de un entramado que confluye en Wuhan Dangdai, que en España se ha conocido por las siglas DDMC.

Salcedo y su equipo han dado forma a una propuesta a la que Li ha de dar su visto bueno, quien a su vez ha documentado ante LaLiga su cargo de responsabilidad en DDMC para Europa. Ya ha puesto a un abogado en ello que ha contratado a tal efecto. Si DDMC, a través de Li, dice sí en el plazo fijado a la oferta enviada, que expira el próximo viernes, se abrirá un espacio de un mes en el que tendrá derecho a un informe 'forensic', de manera que expertos independientes le permitan evaluar lo ocurrido dentro del Granada en el tiempo en el que él ha estado fuera de su consejo. En ese plazo, también se ha de ratificar el acuerdo por parte de LaLiga. Así se culminará finalmente con la firma en notaría de la compra-venta si todo discurre con normalidad.

Esta operación libraría de cargas a los chinos en caso de concretarse, pero no les supone un beneficio directo como tal porque todo lo recaudado se destinaría a quitar las cargas millonarias. Li ha pretendido recuperar el control del club, pero una vez los empresarios granadinos lo han hecho partícipe de la operación se convierte en un agente clave para que todo llegue a buen puerto y zanjar los frentes que afectan al Granada de manera indirecta. Tiene llegada directa a Luming Ai, fundador y presidente de la corporación china, quien se conectó a la citada reunión de París.

El Granada está ante una oportunidad histórica. El primer equipo masculino está en Segunda división, pero su economía le da solvencia para idear un proyecto para el ascenso. Sin embargo, para no encontrar contratiempos futuros necesita un acuerdo de este tipo que disipe un horizonte muy complicado para su viabilidad.

Los empresarios granadinos que lidera Ignacio Salcedo han llegado más lejos que nadie, mucho más que aquella propuesta del argentino Andrés Fassi hace un año y medio y que, curiosamente, sí gustaba a Xiaohua Li, por entonces en buena sintonía con Sophia Yang. El dinero nunca se puso sobre la mesa.

Salcedo y su gente han superado varias fechas que se habían marcado para cerrar todo, pero la del 9 de agosto sí adquiere rango de ultimátum. Si pasan esa encrucijada con éxito, con el visto bueno de Li, la compra estará cerca de consumarse, salvo que surjan sorpresas. Si no, si el culebrón prosigue, Salcedo y su gente se retirarán tras muchos meses de insistencia a pesar de los inconvenientes, queriendo comprar el Granada y abrirlo a sus aficionados en un futuro. El plan requiere de la firma de Li para prosperar.