Reto vikingo con trece ausencias

Diego Martínez no puede contar con Germán, Yangel Herrera y Montoro por sanción, aunque este último también está tocado y no entrenó ayer con sus compañeros, al menos en los quince minutos iniciales con presencia de los medios de comunicación. Por lesión quedan también convalecientes Carlos Neva, Luis Milla, Darwin Machís, Alberto Soro y Luis Suárez, además del canterano Pepe. Frescos pero sin inscribir en la lista de la UEL se encuentran Quini, Fede Vico, Adrián Marín y Domingos Quina, pues no había más cupo disponible debido a la falta de más futbolistas 'criados' en el club. Sí cumplen este perfil el portero Arnau, el defensa Torrente, el centrocampista Isma Ruiz y el mediapunta Antonio Aranda. Son los que ayudarán a que los nazaríes lleguen a los 16 convocados, tres de los que la componen cancerberos. Todos los chavales suelen entrenar a menudo con los 'mayores' y se integran con la misma ilusión que el resto.

Con este panorama, al entrenador le quedan muy pocas opciones. Rui y su sombra Aarón sí están aptos. Para la retaguardia, Foulquier, Domingos Duarte, Vallejo y Víctor Díaz, así como Nehuén, que quizás sea el único suplente que sí pertenece al conjunto A del Granada. Para la media, Max Gonalons y Yan Eteki, uno recuperado esta misma semana y el otro trabajando con mucha precaución porque arrastra molestias desde hace días. Por las bandas, Robert Kenedy y Antonio Puertas, dos flechas para intentar importunar a unos noruegos que pasan por tener un armazón rocoso. Arriba, los rojiblancos podrían combinar a Jorge Molina y Roberto Soldado, 73 años sumando sus edades, 'consumidores' del elixir de la eterna juventud combinada con su sabiduría.

A todas estas circunstancias adversas se tiene que adaptar una vez más este conjunto, que también tiene que tener cuidado con las amonestaciones debido a que tiene apercibidos a Rui Silva, Nehuén y Domingos Duarte –Machís también lo está, pero no actuará en la velada–. Otros posibles contratiempos en los que ahora no conviene reparar en exceso para el cuerpo técnico rojiblanco. Mantener ese perfil competitivo y saber administrar los esfuerzos con esa savia nueva del filial que puede tener una oportunidad de oro son argumentos de un encuentro que no será definitivo, porque hay una vuelta en Hungría, pero sí puede establecer la pauta de cómo de abierto quede el desenlace.

Granada y Molde son conjuntos humildes que se han ganado a pulso su presencia en este nivel de la competición. Pese a la aparente supremacía del fútbol español, Noruega siempre ha sido un país del que emergen equipos serios en lo táctico, entre los que están aflorando talentos como Haaland –formado en el Molde– u Ødegaard. A diferencia de los nazaríes, su rival llega descansado, pues está en pretemporada y solo ha concentrado sus esfuerzos en este torneo. La falta de rodaje le puede restar ritmo, pero le deja con máxima disponibilidad, justo lo contrario que un Granada que esperará a que no le empiecen a caer futbolistas como pasó en Nápoles. El nuevo reto arranca hoy y a los anfitriones, ante los vikingos, no les quedará otra que dejarse los cuernos.