Remontada exprés del Granada en Córdoba y victoria que asegura los 50 puntos

El partido no pudo empezar peor para los intereses rojiblancos. En la primera jugada de peligro del encuentro Loureiro percutió por la banda derecha, intentó un disparo que rebotó en la espalda de un defensa y el balón cayó muerto en las botas de Andrés Martín, que desde dentro del área lo mandó a la escuadra de la portería defendida por Rui Silva (1-0).

El Granada, lejos de venirse abajo, comenzó a dominar el juego y se acercó con frecuencia al área local, aunque durante más de veinte minutos ninguno de sus centros laterales puso en aprietos al meta Carlos Abad. Tuvo que ser un activo Víctor Díaz el que, en el 24 de partido, puso un impresionante centro al área que Vadillo recogió junto a la línea de fondo para mandarlo a la zona crítica (el área pequeña), donde Loureiro desvió el balón hacia su propia portería.

Entre la alegría por el gol y el empuje de los más de 400 entusiastas seguidores granadinistas que se desplazaron hasta El Arcángel el equipo de Diego Martínez buscó el segundo gol y lo encontró en una internada 'delicatessen' de Álvaro Vadillo, que se recorrió la banda izquierda dejando atrás a Quintanilla y le dio un pase de la muerte a Fede Vico, que fusiló por bajo a Carlos Abad y anotó el 1-2. El futbolista cordobés no celebró el tanto, pero aún así encontró numerosos pitos entre la hinchada local. Después, cuando fue sustituido, su afición se puso en pie y la hinchada cordobesista se dividió entre los que le aplaudieron y los que despidieron con pitos al mediapunta de la ciudad califal.

En el segundo tiempo el Córdoba apretó de lo lindo y el conjunto granadino tuvo que sufrir lo suyo para conservar en el zurrón tres puntos que relucen como oro puro. En los primeros instantes de la reanudación Vadillo rozó el 1-3 con una falta directa que salió alta (m.48), pero poco a poco el Córdoba fue metiendo al Granada en su área y los nazaríes tuvieron que ponerse el mono de trabajo para que los puntos no volaran.

La entrada de Mazambi generó mucha intranquilidad entre la zaga geanadina, que vio como el punta angoleño casi empata con un cabezazo que saió alto por muy poco (m.73) y con un disparo, estando solo en el área, que también rozó el larguero (m.77). Los últimos minutos fueron angustiosos para los granadinos, que hicieron todo lo que pudieron para que el 1-2 no se moviera del marcador tras la disputa de 95 intensos minutos.

Finalmente, los futbolistas rojiblancos regresaron al terreno de juego para celebrar con su afición una victoria que al equipo granadino le permite recordar a sus rivales en la lucha por el ascenso que sigue muy vivo y que a su afición le hace sentirse «orgullosa de sus jugadores».