Remontada a cañonazos
Sendos golazos de Machís y Kunde en los últimos diez minutos lanzan hacia el triunfo al Granada en el Nuevo Arcángel, tercero seguido, rompiendo su racha fuera de casa
Dos cañonazos a menos de diez minutos del final cerraron un cuatrimestre de jaquecas viajeras para el Granada y voltearon una cita confusa. Los morteros ... de Machís y Kunde derribaron el 'efecto' Sandoval, que no debutó como revulsivo en un Córdoba fogoso hasta ese tramo explosivo, aupado por un punta fantástico, Sergi Guardiola, regalado en verano. Participó en el gol de Alfaro a pique del descanso pero luego se topó con Varas, clave para relanzar a Oltra, mejor en su reacción que en el planteamiento.
El valenciano cuenta con motivos para congratularse. Su equipo suma tres victorias consecutivas, rompió un maleficio agarrado en los desplazamientos y escala hasta el cuarto puesto de la clasificación, a un mero punto del ascenso directo. Pero también tiene aspectos por los que preocuparse. Se cumplió el estribillo de tantas primeras partes como forastero. Una dirección estéril, con más llegadas que ocasiones, y un contrario que contesta poco pero va directo al mentón. Machís se quitó la fiebre y marcó lejos de Los Cármenes. Una excursión inspirada que igualó el encuentro bajo su sello acreditado. Fue dentro de un alarde de osadía general de los suyos que dejó mermado al Córdoba. La jugada clave.
A Sandoval se le lesionó Narváez al poco de arrancar el encuentro en una disputa con Saunier, quien volvió a sentar a Germán Sánchez. El madrileño tuvo que alterar su plan ofensivo y le salió divino. Se decantó por Alfaro y, justo antes del intermedio, este le puso en ventaja. Sergi Guardiola hizo un roto descomunal desde la derecha y en un intercambio de tres contactos con el sevillano, se fraguó el tanto que dejó patidifusos a los nazaríes y, con ellos, a los cerca de 700 hinchas que les acompañaron.
El entrenador insistió con los dos puntas pero la reacción llega con Peña y zaga de tresEl 'efecto' del debutante Sandoval se diluye en un tramo final vigoroso y con fe de los nazaríes
Oltra se ha emperrado en calzar a Joselu y Ramos, al menos en las dos últimas jornadas, pero el presumible oportunismo de uno y la visión en el pase del otro no acaban de mezclar bien. El técnico también insiste en Pedro Sánchez, voluntarioso como tantas veces pero turbio en la zona de resolución. Agra le mejoró después con amplitud, chispa y destreza en el centro de la diana definitiva, la de Kunde, en la que intervino Ramos para que el camerunés apuntillara.
Peña se esfumó del duelo ante el Valladolid por sanción pero sí estaba disponible ayer. Oltra no le ve de 'Montoro', pues apostó por Alberto Martín, y su querencia actual por el dúo en vanguardia obligó a su sacrifico. Se mermó la fluidez en el centro del campo, restablecida cuando saltó al auxilio en el segundo acto. A falta de un cuarto de hora, el preparador se aventuró con tres centrales. El peruano de motor y Kunde por detrás de la pareja atacante. La valentía le fue premiada en esta ocasión. Otra veces, su voluntad se inclinó por acumular artilleros. Como esta vez contaba ya con ellos, fortaleció la medular y le salió de cine.
El encuentro al principio evocó pasajes de muchos duelos previos. El equipo tiende a inclinarse hacia la derecha cuando contempla el candado que le plantan los adversarios a Machís. Es una maniobra habitual del enemigo ante la amenaza venezolana. Pero Pedro no halla el final del túnel por el otro costado. Es cierto que le puso un gran centro a Joselu que este malogró. Luego protagonizó alguna ocasión aparente, que solucionó mal con su tiro. Es curioso el fútbol. En los primeros meses, le entraba cualquier impacto que le diera al balón. Ahora queda bajo sospecha.
Pese a su vocación audaz, Sandoval quiso un estreno timorato ante el Granada y se recluyó a la espera de respuestas fugaces. Guardiola entendió el argumento como nadie. Picado por la desconsideración rojiblanca de dejarle ir, se hipermotivó para meter en problemas a Chico Flores y Saunier. Le ayudó también Jovanovic, quien se midió mano a mano ante Varas en una rápida diagonal a la espalda de la defensa. El meta aguantó el tipo y el serbio disparó fuera, precipitado. Alfaro sí solucionó ante la zaga contraria, en una mezcla de clase y sutileza. Dejó al Granada a los pies de los caballos.
Los cambios
La segunda mitad no terminaba de adquirir mejor pinta. La diana dio algo de soltura al Córdoba y los rojiblancos seguían con el campanazo de Alfaro en la mente. No llegó el 2-0 de milagro, en un empalme de Fernández que Varas despidió con la pierna. Milagroso.
Para restablecer el espíritu, Oltra dio acceso a Agra y enseguida el portugués comenzó a revolotear en la banda y generar incertidumbre. Coincidió con el momento en el que Machís se quitó los amarres y zigzagueó en pos de la gloria. Le trabaron en el área en una internada pero el árbitro no lo vio punible, quizás porque fue honrado y no se zambulló. Apretó a Kieszek en una mala salida del polaco pero tampoco pudo con él. Le puso un centro potable a Ramos y luego pecó de egoísta en una diagonal en la que el colombiano trató de culminar pero se cruzó un zaguero.
Guardiola seguía sacando de guía a su oponentes. Fulminó a Chico Flores y Víctor Díaz, con media 'ruleta', pero Varas le colocó el brazo. Joselu quiso aplacar su sequía en un tiro ajustado, pero todo le va fuera últimamente. Oltra buscó a Peña pero tentó la suerte desguarneciendo su sector sin Álex Martínez. Completar mejor la zona ancha le permitió acaparar la pelota sin desarmarse. Hubo fe y vigor.
Las alternativas se sucedieron. Tan pronto aparecía el Granada como salía fresco el Córdoba. Machís asumió responsabilidades. Los verdiblancos solo tuvieron un contragolpe interesante, que Alberto Martín evitó rodando por la hierba. Después del susto llegó Machís para equilibrar todo. Del flanco a la corona para dar un zapatazo. Le cambiaron poco después y volvió la prudencia táctica con Quini. Lo que parecía una medida conservadora se elevó cuando Agra compuso desde la derecha, Ramos se jugó el tipo ante su marcador en el primer palo y Kunde reventó el esférico. Por los pelos, o mejor dicho por la rastas, llegó el final de un ciclo oscuro en cada salida. Hay rasgos que no convencen pero ganando, todo cicatriza mejor.
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