El reencuentro de dos amigos tras la bronca

La discusión que tuvieron estuvo relacionada con las decisiones arbitrales que tomó el colegiado Valentín Pizarro Gómez. Señaló dos penaltis tras revisión del VAR que enervaron a los que estaban en el banquillo rojiblanco. Emery, por lo que se interpretó por la imágenes, reprochó a Diego y sus ayudantes la presión que hicieron al árbitro durante la consulta de la pantalla. De poco le sirvió al Granada, porque ambas penas máximas fueron dictaminadas, tanto la de Foulquier a Pedraza como la de Eteki a Yeremi Pino, la más polémica. La primera la anotó Moi Gómez y la segunda, a tiro de Alcácer, la detuvo Rui Silva.

Ambos le quitaron hierro al asunto en la sala de prensa. «El fútbol es tensión y lo que pasa en el campo, se queda en el campo. Bajo mi punto de vista, no tiene ninguna importancia. Somos los dos competitivos. Cada uno pelea por lo suyo. Lamentablemente, en la cámara parece que fue peor de lo que fue», expresó Martínez. Emery explicó: «Creo que hay que dejar que el árbitro decida. Apoyo al colectivo ante la dificultad de todo lo que se genera en esas situaciones. El colegiado ha de decidir con libertad y no se debe armar un revuelo». Sobre qué le dijo directamente a Diego, larga cambiada. «Que es muy buen entrenador», remachó. Tendrán ocasión de renconciliarse este sábado. El 'chamán' ha cumplido sus dos partidos de sanción y se sentará en el banquillo.