El Recreativo vive uno de esos días en los que se puede ver un vaso medio lleno o medio vacío
El filial rojiblanco estuvo cerca de ganar al Toledo, aunque también jugó en inferioridad numérica durante casi una hora
El empate del Recreativo Granada ante el Toledo (1-1) no fue un mal resultado para el filial si se tiene en cuenta que jugó ... con uno menos desde el minuto 36, cuando Eu arriesgó demasiado en una disputa aérea y el árbitro –tras ver a Migue García quejándose amargamente en el suelo– decidió sacarle su segunda tarjeta amarilla al defensor rojiblanco.
Al ex recreativista Migue García le dio tiempo de levantarse para pedir lanzar la falta y de marcar un estupendo gol en la segunda parte, pero al equipo granadino –al que no se le puede reprochar falta de intensidad– se le quedó una sensación de vacío con el punto sumado porque, pese a pasarlo mal en los primeros instantes del segundo tiempo, el conformismo de su rival dio lugar a que en los cinco últimos minutos el Recreativo arrinconase al Toledo y gozara de dos clarísimas ocasiones que Raúl Martín y Brau no fueron capaces de materializar.
El que últimamente sí que convierte en oro todo lo que toca es Adri Butzke, que pocas horas después de reconocer en IDEAL que ahora está más centrado que nunca en su carrera y que quiere ganarse minutos en el primer equipo rojiblanco, marcó de tacón el 1-0 provisional. Fue el autor del pase que, de no ser por una sensacional parada del meta Olmedo, hubiera permitido a su compañero Brau anotar el 2-1 en el último minuto del encuentro. Al atacante rojiblanco se le cuida y se le recuerda la importancia de evitar discusiones sobre el césped, definiéndolo su propio técnico como un jugador «especial» con el que a día de hoy está «contentísimo».
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