Ramón Azeez, el plan de emergencia de Diego Martínez

El excelso rendimiento de la pareja formada por Fede San Emeterio y Ángel Montoro le privó de ser titular en el doble pivote habitual en el esquema nazarí, pero no tardó en destaparse como la solución ante la baja de cualquiera de los dos. Comenzaba con asiduidad los duelos desde el banquillo, aguardando paciente su oportunidad de empujar también el barco granadino, normalmente cuando este parecía ser llevado hacia las rocas por la corriente. Su experiencia en Primera, categoría en la que había militado dos cursos anteriormente, le avalaba, pero asumió con naturalidad su rol secundario en el Granada, donde sumó sólo cuatro titularidades, y una de ellas, en la última jornada, como lateral diestro para dar descanso a Víctor Díaz y Quini tras la fiesta del ascenso.

En la pasada pretemporada presentó su solicitud a la plaza de acompañante de Montoro, inamovible en el sistema de Diego Martínez y desprovisto de su fiel escudero en Segunda, reclamado en Valladolid. Lo hizo a base de goles, pero el preparador vigués acabó decantándose por la rocosidad de Yan Eteki, titular en las dos primeras jornadas de Liga. En la tercera, con el camerunés ya en la enfermería, fue Yangel Herrera el que ocupó este puesto. Ahora se une a esta terna Maxime Gonalons, un centrocampista con experiencia en competiciones europeas que opta a la titularidad, si las lesiones le respetan, lo que parece determinar definitivamente que, por segundo año consecutivo, Azeez será el plan de emergencia granadinista.

El mediocampista nigeriano ejerce de pegamento cuando el bloque parece resquebrajarse y solidifica la medular, dificultando la circulación rival. Así sucedió en Villarreal, donde entró por Eteki cuando las fuerzas flaqueaban, y en Barcelona, donde reforzó la franja ancha del terreno de juego y liberó a Yangel, mucho mejor desde su entrada al campo. A esto añadió en el RCDE Stadium un tanto, el de la culminación de una obra magnífica, lo que refuerza la idea que el técnico rojiblanco tiene de él.

«Ramón es goleador», aseguran en su entorno, donde confían en que acabe siendo titular en el conjunto rojiblanco, pese a la competencia que hay en su posición natural. Hasta que llegue este premio, si es que termina llegando, continuará con el mono de trabajo enfundado, la cementera preparada y la bombona de oxígeno a mano, dispuesto a despejar problemas y sumar su granito de arena al reto de Primera división.