La unidad del documental

Cada cual asume un tono distinto. La presidenta, un perfil templado, alternado de frases motivacionales. Li se centra en lo sentimental, como un señor entrañable conmovido por la afición. Amado hila el relato desde la tristeza que se encontró hasta emprender un proceso que concluyó con la euforia. Aranguren, con seriedad, intenta alejarse del lenguaje de escuela de negocios que le es natural para mostrar la humanidad la empresa, apelando a la unidad, a que éxitos y fracasos son colectivos.

No ha pasado mucho tiempo de lo captado en esta reproducción y parece una eternidad porque la propiedad del Granada y sus gestores pasaron de recuperar la legitimidad entre los seguidores, diezmada tras la caída posterior a la temporada europea, a volver a las conjeturas sobre el futuro. En lugar de asentar la transparencia del documental, a los dirigentes chinos y a su asesor les ha costado asumir la iniciativa pública, más allá de algunos 'off the record'. Han tolerado el ruido.

«Se asumían las equivocaciones. Se marcaba un nuevo rumbo y se decía, claramente, que el eje fundamental de este año en Segunda división iba a ser la afición, la ciudad y la provincia», suscribe Aranguren en el inicio del vídeo, y fue cierto, con aquella rueda de prensa de Yang. El problema vino al subir, con los 'días del club' y la especulación, exageraciones de los interesados en comprar según ellos en privado. «No dijimos vuelta atrás, no redujimos costes (…). Siempre con un objetivo principal, el crecimiento a largo plazo», remacha en otro pasaje, pero a veces cuesta ver cuál es el horizonte.

El Granada, pese a su situación deportiva delicada, empieza a encontrar sus potencialidades gracias al hacer de Paco López y sus futbolistas. Esto da esperanza de que pueda salir del descenso. Como entidad, requiere de esa unidad de acción que proyecta en el vídeo. El mercado de invierno está a la vuelta de la esquina y los rojiblancos necesitan tener las cosas claras para actuar con la rapidez que faltó en verano. Ver si en la comisión deportiva, en la que está también Nico Rodríguez, otro protagonista de 'Salida por las estrellas', existe el mismo entendimiento que cuando se gestó el salto. Para que no acabe nadie estrellado.