Sandoval no fue fiel a sí mismo
La plazoleta ·
Lo preocupante fue que el Granada saliera tan acobardado en Cádiz, por la actitud de los futbolistas y por el enfoque tácticoJosé Ramón Sandoval fue más fiel a sí mismo después del partido que en su planteamiento. Cuando acabó el encuentro, se mostró sincero, sin paños ... calientes como solía extender Alexander Medina para desesperación general. A pesar de que mencionó otra «última bala» el jueves en Los Cármenes contra el Valencia, enseguida fue autocrítico y derivó hacia la «dignidad» que ha de mantener el equipo más que a otro objetivo. Lo preocupante fue que el Granada saliera tan acobardado en Cádiz, por la actitud de los futbolistas y por el enfoque táctico, concepto este último sorprendente en un entrenador que podrá pecar de locuacidad en ocasiones, pero que tiende a ir al ataque.
Fuera por las molestias de Uzuni o por tener diezmado a Boyé, que hizo un esfuerzo impresionante, el caso es que el nuevo preparador se preocupó más de que los rojiblancos guardaran la ropa. Cuando quiso que los suyos mostraran más ambición tras el descanso, llegó el gol del Cádiz y otro impacto en la endeble psicología del grupo.
Sandoval sabía donde se metía al firmar. Ha llegado con afán de oxigenar el ambiente y que los jugadores actúen con nuevo ánimo, sin la presión de los resultados y el déficit de confianza que provoca la clasificación. Gente en sus puestos naturales y con la escuadra dando un paso al frente. Pero la estructura de tres centrales y carrileros indicaba una enorme cautela. Fue la del desastre en Villarreal. La falta de criterio en el pase, una señal inequívoca de que a la gran mayoría le pesan las botas.
Por consideración con los aficionados, solo quedan dos medidas paliativas. Alinear a los que asumen la penitencia y se quieren quedar para cumplir el objetivo la temporada que viene, comprometidos; o a los que van a dar todo por dignidad aunque se quieran marchar a final de curso, para al menos ser vendidos al mejor postor, profesionales. Si salen once, estos son, con el Sandoval de siempre, que vaya a por todas. Cuando todo está perdido, queda la honra.
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