Opinión Granada CF
Antonio Cordón y el éxito en el fútbolLa plazoleta ·
La sencillez y el sentido común proporcionan más beneficios en este deporte de lo imaginableAntonio Cordón nunca estuvo en nómina del Granada como tal, pero aportó su conocimiento desde aquella plataforma, Hope, que creo el entonces presidente John Jiang ... para controlar sus equipos, que luego resultaron no ser suyos, sino de DDMC. El mandamás chino tampoco pagó los emolumentos de sus empleados, así que Cordón le dejó a mitad del curso del regreso a Primera, cuando todavía no se podía anticipar que el equipo jugaría una semifinal copera y se metería en la Europa League, aunque iba cómodo en Liga.
Cordón, ahora en el Sevilla, fue uno de los artífices de la regeneración rojiblanca. Su receta se concentró en la sencillez y el sentido común, que proporcionan más beneficios en fútbol de lo que se pueda imaginar.
Pese a llegar del Mónaco, tras muchos años en el Villarreal, y pasar por ser uno de los descubridores de Kylian Mbappé, su imagen distaba mucho de la de un ejecutivo sofisticado. Se comportaba como un tipo llano y cordial, amante de las camisas de cuadros y de un abrigo que le protegía del fresco en Pinos Genil, donde ya tenía una casa.
Cordón intervino en mitad de aquella campaña tras el primer descenso a Segunda y lo cierto es que no pareció muy acertado en sus primeras decisiones. No funcionaron bien los relevos de Oltra –al que trajo Manolo Salvador– ni los fichajes invernales de su cuño, con Hjulsager y Agra.
El madrileño no perdió el horizonte pese a que la campaña resultara aciaga. Se afanó en la búsqueda del entrenador y delegó funciones en Fran Sánchez, quien fue ascendido a director deportivo. Cordón supo hacer equipo a su alrededor y lo procuró en el vestuario. Entre algunas dudas, al final encontraron a un candidato para el banquillo, Diego Martínez. Lo demás, el éxito, no era fácil de predecir.
Unos meses antes, pude entrevistar a Cordón para IDEAL. Días después del nombramiento del técnico, nos emplazamos en Pinos Genil para hablar de fútbol, una charla pendiente. Como ya ha pasado el tiempo y sé que no le molestará, puedo desvelar que en aquella conversación planteó muchas de las cosas que luego sucederían: la apuesta por Rui Silva, la continuidad de una base comprometida, la llegada de refuerzos con cartel modesto pero de la cuerda del técnico y las marchas de talentos como Sergio Peña, Machís o Kunde. La idea era más colectivista. No pedía adulación, pero sí paciencia porque sabía que la afición estaba de uñas y no sería fácil darle forma a todo y asimilar aquel 'pasito a pasito', eslogan de la campaña de abonos.
Aquella experiencia es una inspiración para ahora, aunque no se parta de la misma base con tantos andaluces. Lo relevante estuvo en los valores, que vienen desde la época de Fabri: humildad, trabajo y respeto. La pelota entró, que al final es la clave.
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