A Alfredo lo que es de Alfredo
La plazoleta ·
El gijonés ha sido clave en las mejores ventas de la entidad y corrobora su pericia en este tipo de negociaciones
A Matteo Tognozzi se le vio extrañamente tranquilo en su presentación, hace ya varias semanas, cuando se le preguntó por Bryan Zaragoza. «Patrimonio del club», ... dijo entre otras cosas, manteniendo la misma serenidad en intervenciones posteriores, la mayoría televisivas, cuando la especulación en el ambiente alimentaba la posibilidad de que se marchara en invierno como hizo Samu Omorodion, con pago de cláusula. Algo sobre lo que ya se gestaba le debió trasladar desde el principio al ejecutivo italiano el que ha llevado la voz cantante en las negociaciones con el jugador en nombre del consejo de administración del Granada. Alfredo García Amado, también director general, ha cargado con el muerto en ciertos asuntos delicados de un tiempo a esta parte, como el de la reaparición de los 'días del club', pero en lo de Bryan ha demostrado, una vez más, su pericia en este tipo de negociaciones y una enorme capacidad de persuasión, con independencia de la buena voluntad mostrada tanto por el malagueño como por su familia.
Amado se coronó hace dos veranos, haciendo tándem con Nico Rodríguez, en el capítulo de salidas del club. Con una situación económica que podía ser crítica de persistir tras el descenso, reconfiguró todo con algunos de los traspasos más importantes de la historia de la entidad. Aun con esa habilidad, al final colocó a futbolistas 'heredados'. Aunque Bryan también estaba en el club cuando llegó, la actividad del asturiano sí fue fundamental para la primera renovación del extremo y, sobre todo, para sellar la venta al Bayern con cesión incluida.
Tognozzi, de repente, acude a los frentes que ya estudiaba con más dinero en la bolsa. Si el giro hacia Alexander Medina ya comportó un riesgo, será con la selección que haga en enero como tendrá que demostrar su capacidad para este desafío. Amado, tras unos meses en los que ha sufrido mucho entre lo de Samu, el cierre de la planificación estival –aunque la defendiera– y el despido del director deportivo que él trajo, se reivindica esta vez en su labor, aunque esto servirá de poco si el propio equipo no recupera el pulso. Quedan otros asuntos de calado, en el estadio y entre algunos de los que van por allí, pero esto vendrá otro día.
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