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Un punto de racanería en el Granada
Los rojiblancos juegan casi toda la segunda parte en superioridad numérica, pero no logran derrotar a un Elche luchador y con alguna ocasión clara; ambición visitante solo en el tramo final
Rafael Lamelas
Domingo, 2 de enero 2022, 18:46
Al Granada le faltó ambición en el Martínez Valero para apostar por la victoria cuando las condiciones se le brindaron más favorables. Sumó un punto, ... o dejó escapar dos, según se mire. Jugó en superioridad numérica casi toda la segunda mitad, pero ni así claudicó el Elche, un conjunto con espíritu combativo que incluso tuvo alguna oportunidad de castigar la cicatería rojiblanca. Los de Robert Moreno esperaron con excesiva paciencia para dar el golpe de gracia, quizás de más. Cuando se armaron para rodear a Badia, no encontraron la fórmula del gol. El portero resolvió lo poco claro que fue entre palos, incluida una oportunidad en el tramo definitivo que desvió con reflejos a córner.
Los polvorones y mazapanes han empachado al Granada. El Elche, a pesar de sus bajas, inició el régimen antes esta semana y llegó con el grado de tensión necesario al partido. La covid se acusó más en su vestuario, pero los que salieron pelearon cada disputa. Los rojiblancos no encontraron su patrón de juego, demasiado inconexos, a ráfagas. Gonalons retornó a la alineación, pero a ratos pareció sustituido por ese primo malo que con frecuencia aparece lejos de Los Cármenes. No tuvieron tampoco el día los solistas, bastante desasistido Jorge Molina y sin encontrar el surco Machís y Suárez. Moreno no vio demasiadas soluciones en su banquillo. Solo a Soro lo consideró con estatus para fortalecer el ataque. Los canteranos Butzke y Bryan Zaragoza no saltaron al terreno.
Elche
Edgar Badia; Palacios, Bigas, Diego González, Mojica; Gumbau, Mascarell, Tete Morente (Josan, m. 69), Fidel (Pere Milla, m. 69); Pastore (Verdú, m. 54) y Guido Carrillo (Piatti, m. 80).
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Granada
Maximiano; Quini (Víctor Díaz, m. 64), Germán, Torrente, Carlos Neva; Gonalons (Isma Ruiz, m. 81), Milla, Puertas (Soro, m. 81), Machís; Luis Suárez y Jorge Molina.
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GOLES: No hubo.
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ÁRBITRO: Cordero Vega (comité cántabro). Expulsó por doble amarilla al entrenador del Elche, Francisco Rodríguez (m. 19 y 45+3) y con roja directa al local Diego González (m. 47). Amonestó a los locales Fidel (m. 45+3), Tete Morente (45+4) y Pastore (m. 45+4); y a los visitantes Machís (45+6), Luis Suárez (m. 45+8) y Quini (m. 58).
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INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la jornada 19 de LaLiga Santander, disputado en el estadio Martínez Valero ante 12.160 espectadores, con en torno a un centenar de aficionados rojiblancos.
Pese a la insipidez del primer encuentro del año, no se puede olvidar que el Granada cierra una decente primera vuelta y que lleva seis jornadas sin conocer la derrota. Sí pudo alejarse más del incendio, pero también pudo derramar todo. Le vendrá bien contar pronto, para agitar el árbol, con Rochina y Bacca, si este recupera nivel, y con Álex Collado, al que se espera como fichaje oficial de inmediato. A partir de ahí, aguardar a que Boada y su gente acierten.
Robert Moreno pudo repetir la alineación de la goleada al Mallorca, que probablemente no repitió con el Atlético de Madrid debido a las bajas por sanción de Quini y Gonalons. El 'once' incluyó a Neva, con un solo entrenamiento a la espalda tras las vacaciones a causa de la covid. El gaditano, al igual que Quini, sufrió en su banda ante la percusión de sus homólogos en el Elche, Palacios y Mojica, súper ofensivos y bien secundados por Tete Morente y Fidel.
El Granada solo dio un aviso en toda la primera mitad, pero fue rotundo. Una secuencia bien coordinada que acabó en las botas de Puertas. Con una finta y un zurdazo buscó las cosquillas de Edgar Badia, que tapó fenomenal su palo.
El Elche intensificó su vigor en cada cruce. Tras una salva al aire, llegó la primera polémica arbitral. Gumbau divisó a Guido Carrillo con la falta lateral y el argentino marcó los tiempos del remate, pura plasticidad, pero se topó con una reacción sobrehumana de Maximiano. Estiró el brazo, provocó la carambola en el poste y un bote limpio ante el que Carrillo se tiró por todo. Maxi volvió a colocar su mano y el delantero impactó con el balón y luego con las falanges del portugués. Cordero Vega dio gol en primera instancia, pero ante las quejas rojiblancas, y la llamada de sus compañeros en la sala VOR, accedió a revisar la acción en el monitor. La repetición multiángulo permitió verificar el planchazo, juego peligroso, como así quedó indicado. Francisco, el técnico local, se encendió y vio amarilla.
El preparador terminó de explotar después, cuando el colegiado no cobró como penalti un toque de Maxi con la mano sobre la cara del ínclito Carrillo. El punta cabeceó fuera unas fracciones de segundo antes del ligero impacto del luso, pero esa vez Cordero Vega no consideró que requiriera un segundo vistazo en la pantalla. Hubo motivos para la queja de los locales y expulsión de su preparador, que amagó con irse a por el del silbato, luego contenido.
La crispación se diseminó por el lado ilicitano, con el reparto de cinco tarjetas en el alargue del polémico primer acto, dos de ellas para los rojiblancos. Tras el descanso, el Elche se quedó en inferioridad, con toda justicia. Diego González se enredó solo, como si el balón se hubiera convertido en una anguila, Luis Suárez se lo guindó y el central trató de atrapar al colombiano. Un derribo cuando iba a meta sin oposición que significó el calabozo para el zaguero.
Tocó el momento de encender las hélices visitantes. Comenzaron a flirtear con la diana tanto el propio Suárez como Machís. Se acercó más Jorge Molina, pero pifió un enganche con la zurda. El Granada, pese a la ventaja de efectivos, parecía resacoso. El Elche seguía con ímpetu, como si no acusara aún el jugador de menos. Fidel comprometió a Quini y luego buscó un compañero en una subida que atajó Neva.
Moreno, muy precavido, quitó al lateral derecho, amonestado, para tratar de sellar la fuga con Víctor Díaz. El Elche no se rendía y continuaba atacando con entusiasmo. Ni Milla ni sobre todo Gonalons acababan de funcionar en el centro del campo y los rojiblancos tendían a partirse.
Refrescó bandas el Elche y, en una pifia de Gonalons en el pase, Pere Milla encontró pista y se plantó en el área. Maximiano tuvo que hacer un nuevo milagro. No duró más el francés sobre el campo. Salió Isma Ruiz por él y Soro en el lugar de Puertas, por la derecha. El equipo sí se lanzó con más decisión al ataque. Se agarró a Machís, que trazó una internada mal resuelta.
Al Granada le entraron las prisas por amenazar. Había desaprovechado un tiempo precioso y pasó de la templanza a la ansiedad. De un despeje de Torrente, una oportunidad clara de Suárez, que se encontró la bola tras intervención de Milla y la intentó elevar ante Badia, que salvó con la pierna, en la última nota reseñable. Un punto es la hostia en Primera, decía Joaquín Caparrós, cuya filosofía se afianzó por un día en la caseta del Granada.
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