A punto
La contracrónica del doce ·
Las dos grandes noticias sobre el césped del Nuevo Los Cármenes fueron la recuperación definitiva de Fede Vico y las prestaciones del hercúleo FoulquierEduardo zurita
Domingo, 1 de marzo 2020, 13:47
Aunque era inevitable pensar en la vuelta de semifinales ante el Athletic el próximo jueves 5 de marzo, en lo que será, ocurra lo que ... ocurra, un partido histórico para la entidad, el Granada de Diego Martínez no sabe bajar los brazos. Ante el Celta, el técnico granadinista hizo saltar un once con nutrida presencia de algunos de los menos habituales en la titularidad, caso de Vallejo, Martínez, Ismail o Eteki, a los que se unieron el recién recuperado Vico y el cada vez más fuera de onda Vadillo. Sólo Rui Silva, Domingos, Herrera y Soldado, un jugador por línea, se mantuvieron del equipo que en estos momentos podría considerarse de gala, y posiblemente en el caso del meta portugués por la afección gripal de última hora de Aarón Escandell. Pero ni así el cuadro rojiblanco dejó de ofrecer una imagen convincente y competitiva, no perdiendo la cara al encuentro en ningún momento, ante un conjunto celtiña del que se esperaba más riesgo en su visita a Granada, dada la necesidad de puntos que su delicada situación clasificatoria exige.
Si alguien esperaba una escuadra B del Granada sometida por un rival que en sus filas cuenta con gente tan reputada en el trato del balón como Iago Aspas o Rafinha, con estiletes de calidad como Smolov y Pione Sisto, y en su banquillo con jugadores como Santi Mina o Brais Méndez, se equivocó de cabo a rabo. El balón pudo estar más en poder de los vigueses, pero fue el Granada el que creó las mejores ocasiones en todo el partido, y sus aproximaciones a la meta de Rubén Blanco estuvieron más cerca del gol que las de los pupilos de Óscar García.
La versión descafeinada de los locales siguió siendo segura atrás, con la presencia de tres zagueros, Vallejo, Duarte y Martínez, que tuvieron una actuación destacada, sobresaliendo el onubense, auténtica pesadilla del internacional Aspas, al que secó y ganó la partida en numerosas acciones. Jesús Vallejo, por su parte, demostró el buen pie que posee en la salida del balón desde atrás, siendo buscado con insistencia por ello por el resto de compañeros de la última línea. En el centro del campo, al cumplidor Eteki se unión un portentoso Herrera, especialmente en la primera parte, aunque en la parte final del partido el venezolano bajó su rendimiento influido por la tarjeta amarilla padecida y el evidente cansancio.
Pero las dos grandes noticias sobre el césped del Nuevo Los Cármenes del lado rojiblanco horizontal fueron la recuperación definitiva de Fede Vico, que salió de partida y completó un buen encuentro, especialmente brillante en algunas acciones, y las prestaciones del hercúleo Foulquier, un verdadero ciclón en plena forma capaz de cortar, encimar, atacar, centrar y superar a cuanto rival se ponga por delante. Llega a la vuelta de semifinales pletórico, y ha hecho esfumarse a cuanto detractor pudiera haber tenido por su fichaje en el mercado de invierno. Varias subidas del francés desde la línea defensiva hasta el área rival hicieron levantarse de sus asientos a una parroquia entusiasmada.
Más grises estuvieron Soldado, que echó de menos las ganancias en balones aéreos y aperturas de su compañero Carlos Fernández -reservado ante el Celta-, e Ismail, si bien el turco mejoró notablemente su anterior actuación en el once titular en el Metropolitano ante el Atlético de Madrid. Quizá el más desconectado, peleado incluso consigo mismo, volvió a ser Vadillo, sumido en una racha prolongada de actuaciones desacertadas que no logra torcer, a pesar de las oportunidades que le sigue otorgando Diego Martínez.
Era meridianamente claro que el Granada no quería arriesgar peones trascendentes de cara al jueves. La lesión de Eteki obligó a saltar a Azeez. Y en el tramo final del encuentro, Diego Martínez vio la posibilidad de llevarse la victoria, haciendo saltar a Puertas y a Machís por Vadillo y un cansado Vico, que en su despedida casi logra un gol de bandera de saque directo de falta. A punto estuvo también Puertas de dejar otra vez los tres puntos en casa, tras su magnífico remate de cabeza a centro del incansable Foulquier, pero esta vez la fortuna no acompañó y el balón no quiso entrar tras besar ambos palos de la meta del cuadro vigués.
La victoria estuvo cerca, pero el punto obtenido permite mantener la distancia de puntos al Celta, y no perder comba para conservar la situación tranquila en la zona templada de mitad de la tabla de la clasificación de Primera. El equipo fue despedido nuevamente con una ovación por su entregada afición, reconociendo que, a pesar de las rotaciones, se estuvo más cerca de la victoria que el rival, y que de haber entrado el gran cabezazo del almeriense a nadie hubiera extrañado el triunfo rojiblanco
De otro lado, todo está a punto para el partido decisivo de Copa ante el Athletic de Bilbao en la vuelta de la semifinal copera. Un encuentro que constituye un hito en la historia de la entidad, al dar oportunidad de llevar al Granada nada menos que a una final para la disputa de un título de competición oficial. La afición está preparada, ansiosa de vivir una noche para el recuerdo. La ciudad se ha unido en comunión con la entidad engalanando sus calles y cruces de vías principales con simbología rojiblanca, y el Granada se ha convertido en un equipo que trasciende el ámbito de la capital y de su área metropolitana, representando a toda una provincia. ¡Ojalá toda la ilusión se canalice en una nueva gran noche de los soldados de Diego y lo próximo a poner a punto sea el desembarco granadinista en Sevilla el próximo mes de abril!
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