Pulsos particulares entre indálicos y nazaríes

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El principal, la disputa entre los goleadores de cada equipo. Luis Javier Suárez, con pasado rojiblanco horizontal, es el actual pichichi del campeonato, con diez goles, dos más que el albanés Myrto Uzuni, estrella indiscutible de la escuadra granadina.

Suárez tuvo un periodo de formación en el filial del Granada, como parte de aquellos jugadores vinculados al fondo de inversión que se relacionaba con la familia Pozzo. Separó su camino tras la venta del club, pero fue una de las grandes apuestas de la dirección deportiva comandada por Fran Sánchez de cara al ejercicio en el que el equipo jugó en Europa. El colombiano tuvo altibajos, con algunos problemas físicos también, y firmó siete dianas. La campaña siguiente, ya sin Diego Martínez, sufrió la campaña que acabó con el descenso. Marcó ocho goles. Desde enero, coincidió con Uzuni, que en Segunda acabaría despuntando como delantero.

Suárez fue traspasado aquel verano tras la caída a Segunda, rumbo al Olympique de Marsella, en una operación cerrada en algo más de diez millones de euros más variables. Le fue mal en Francia y acabó cedido en la UD Almería, con una opción de compra de ocho millones en caso de permanencia. Hizo cuatro tantos y logró que los indálicos siguieran en la élite. Allí se quedó.

En la temporada 23/24, se volvió a cruzar con su antiguo conjunto en Primera y con Uzuni. En la primera vuelta, en octubre, llegó el choque en el estadio conocido antes como de los Juegos Mediterráneos. Un apoteósico 3-3 en el que Suárez cerró un 'hat trick' antes de lesionarse y Uzuni estableció el empate final con una definición extraordinaria. El cafetero se perdió varios partidos por un problema en el peroné del que terminó recayendo al volver para pasar por el quirófano. Llegó a los seis tantos, por los once de Uzuni en el Granada. Ahora pelean por ser los máximos artilleros.

Mas difícil tienen ganar el Zamora sus porteros. En la UDA jugaba un guardián que pasó por el Granada, Maximiano, que brilló y fue vendido por 10,5 millones tras el descenso. Como a Suárez en tierras galas, tampoco tuvo vuelo en Italia y la Lazio lo prestó al Almería en la campaña 23/24, con una opción de compra de algo más de ocho millones que los indálicos ejecutaron. Sin embargo, aunque ayer fue titular, este año ha acabado compartiendo el puesto con el veterano Fernando, quien ya formaba una tripleta de arqueros junto a Diego Mariño en el curso pasado. El gallego, por ahora indiscutible para Escribá, apenas jugó tres partidos en su temporada y media con la UDA. Uno de Liga en la 22/23, con derrota por 0-2 con el Villarreal; y dos partidos en la 23/24: en Liga, un tropezón por 0-2 con el Rayo; en Copa, la sorpresiva eliminación en la Copa con el Barbastro por 1-0. En Granada, todo le va mejor.

Además, está el reto entre estrategas con bagaje en Primera que buscan resurgir ahora desde Segunda. Rubi, de 54 años, pasó por Levante, Sporting, Espanyol y Betis en la máxima categoría, además de subir (y no quedarse) con el Huesca y ascender también con el propio Almería. Escribá, de 59, subió con el Elche y pudo así debutar en la élite. Luego también pasó por Getafe, Villarreal, Celta y de nuevo Elche, antes de bajar a sacar del pozo al Zaragoza, lo que no logró. Ahora lo intenta con el Granada.