A Puertas le dan el cumpleaños
Sale de ariete como cuando jugaba con el Recreativo en Segunda B, se deja caer en la banda derecha en busca del balón y, al final, se retrasa para dejar al central Germán arriba
Víctor M. Romero
Lunes, 22 de febrero 2021, 00:23
Antonio Puertas regresó a su puesto primitivo, al origen futbolístico, a la cuna, el día de su cumpleaños. Ya con 29 abriles, Diego Martínez le ... situó como delantero centro, de ariete; seguro que los recuerdos de la infancia y la juventud se le agolparon en la cabeza. Antonio Puertas (Benahadux, Almería, 21 de febrero de 1992) revivió el arranque en Los Molinos, cuando era niño; luego pasó a las filas del Almería juvenil y, a Segunda B, con el Poli Ejido y luego al Granada B, ahora Recreativo. Jugó varias temporadas en el filial rojiblanco, ocupó esa demarcación adelantada y se mostró como goleador, destacó por su calidad, movilidad y remate, tanto con el pie como con la cabeza. Le tocó el Almería B hasta debutar en la UD Almería y, desde la 2017/18, tres campañas en el Granada, las dos últimas con el ascenso y su consagración, de la mano de Diego Martínez. Ayer quizás se encontró raro, acostumbra a disfrutar más en la derecha, como extremo, también puede hacerlo en la izquierda, si es que no le utilizan más retrasado, de mediocentro ofensivo o mediapunta.
No lo tuvo fácil, en el primer tiempo apenas intervino, un centro con la testa al área pequeña. El Granada fue arrinconado por el Huesca y sus compañeros se equivocaron y ofrecieron los regalos al rival: Nehuén en el 1-1, fallos en cadena de Adrián Marín y Eteki en el 2-1 y Foulquier en el 3-1. Ni el golazo de Quina ni la desesperación de Rui Silva decidieron, tampoco Puertas, que tuvo que amoldarse desde el descanso a los cambios.
El entrenador le mantuvo en punta, al principio con Vico y Soro pero, al retirar al cordobés por Jorge Molina, lo hizo con éste de 'doble delantero centro'. También salió Machís por Foulquier y, en el dibujo, el almeriense seguía arriba del todo, con Molina por detrás, Machís por la izquierda y Soro por la derecha; entre ellos, centro del venezolano y remate del maño, llegó el 3-2. En ese momento, por inclinación natural y costumbre, 'cayó' más a la banda. Se le vio mucho más, aumentó la actividad. Más tarde se lesionó Herrera y le sustituyó Kenedy. Entonces varió de apoyo, incluso pasó al centro del campo al final, desde el minuto 80, cuando Diego Martínez colocó a Germán al remate en el área, como en el 3-3 de la primera vuelta, en plan Sergio Ramos y Piqué. Al gaditano le sacaron la roja en un día que empezó de dulce con el 0-1 de Quina y que acabó, tras el extraño cúmulo de desgracias, tan amargo como el jarabe. Entre unos y otros, le dieron el cumpleaños al pobre de Antonio... ni dejarle soplar las velas...
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