El probable fuera de juego de Morata indigna al Granada

Corría el minuto 54 de partido y, aunque el partido se detuvo varios minutos para que Jaime Latre revisase la posición de Morata desde la sala VOR de Las Rozas, el tanto subió finalmente al marcador.

El linier de Martínez Munuera sí levantó el banderín para anular apenas siete minutos después un gol idéntico de Saúl precisamente por fuera de juego. Aunque según la toma el centrocampista parece estar en posición aún más reglamentaria que la del propio Morata en la acción anterior, esta vez Jaime Latre validó la decisión de los árbitros de Los Cármenes, de nuevo al límite.

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Además de estas dos jugadas polémicas que terminaron con el balón entre las redes de Augusto Batalla, y de varias reclamaciones del Granada en el área del Atlético, hubo otras dos manos para la moviola. En una primera, y ya tras el 0-1, Carlos Neva golpeó la pelota con su brazo extendido en una disputa con Witsel dentro de los confines de su propia portería sin que el VAR lo advirtiese; en la segunda, el colchonero Giménez cedió una bola para Oblak con la cabeza pero esta impactó en su extremidad. Esta última, sin embargo, fue obviada de manera correcta de acuerdo al reglamento al producirse el contacto tras jugar el propio futbolista colchonero el balón deliberadamente en primera instancia sin intención de tocarlo con el brazo o la mano.

Estas polémicas arbitrales, unidas al gol anulado por milímetros y también con un trazo cuestionable de la línea en el VAR a Matías Arezo en la visita al Betis, despertaron el enfado de Los Cármenes. «Corrupción en la Federación», se cantó a los colegiados antes incluso de terminar el partido y tras el pitido final.