En busca de la estabilidad perdida

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«Sabiendo que las rotaciones pueden ser importantes, lo fundamental es poner los once mejores. Si tengo que hacer algún cambio no será pensando en el partido del domingo en Tenerife», advirtió el entrenador en su comparecencia previa. Contar con Melendo aliviaría sobremanera al preparador, quien desde la primera derrota de la temporada en Andorra emprendió una peligrosa deriva con un mínimo de cuatro modificaciones de una alineación a otra, forzosas o no, coincidiendo con las lesiones tanto del catalán como de Alberto Soro, su principal alternativa para la mediapunta en los planes del vasco.

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Hasta esa primera derrota en Andorra en la que faltaron ambos, Karanka no había hecho más que dos modificaciones en su equipo ante Racing y Villarreal B; frente a los cántabros introdujo a Sergio Ruiz por el enfermo Bodiger y a Arezo por Soro tras su gol en Ibiza, mientras que ante el filial dio entrada a Melendo como mediapunta por el argentino y el galo recuperó su sitio en la medular en detrimento de Petrovic. En el Principado, el vasco no hizo más cambios que la vuelta de Arezo para volver a confiar en Callejón como mediapunta como ante el Racing, pero su equipo pagó la empanada inicial pese a que luego generó un buen número de ocasiones de gol. Desde entonces, las curvas han ido acompañadas de volantazos, más o menos inevitables, aunque el entrenador también justifique algunas de sus variaciones por la amplitud y el nivel de la plantilla que dirige.

El Granada volvió a perder en Eibar, en una segunda jornada consecutiva lejos de Los Cármenes, con cuatro cambios en su equipo. Era obligatorio el de Cabaco por el lesionado Ignasi Miquel, pero también ingresaron por decisión técnica Jonathan Silva por Quini, Petrovic por Sergio Ruiz –con molestias en un pie desde aquellos días que recientemente le ocasionaron otro problema en la espalda– y Jorge Molina por Arezo. De vuelta al Zaidín y al triunfo –el último cosechado– ante el Mirandés, Karanka ejecutó otras cuatro modificaciones: devolvió al equipo al aparentemente restablecido y luego lesionado Ignasi Miquel por Cabaco, a Quini por el caído Jonathan Silva como único relevo forzoso y apostó por las primeras titularidades de Meseguer y Perea.

Esos tres puntos no impidieron que volviese a haber cuatro novedades ante la UD Las Palmas en Gran Canaria. A la baja de Miquel se sumaron las convocatorias internacionales de Ricard Sánchez y Myrto Uzuni, por lo que el entrenador se vio obligado a introducir a Víctor Díaz y a Cabaco en la zaga y a Rochina en banda, pero a ello sumó un primer cambio de sistema con la entrada de Petrovic por Perea para jugar sin mediapunta por primera vez. Sin fortuna, Karanka recuperó esta figura hasta entonces imprescindible frente al Huesca para un partido en el que ejecutó hasta cinco modificaciones; tantas como en la última jornada ante la Ponferradina.

En el último encuentro en Los Cármenes, el vasco dispuso a Raúl Fernández bajo palos como único retoque obligado por la lesión de André Ferreira y a las vueltas de Ricard Sánchez y Uzuni sumó las apuestas por Sergio Ruiz y Bryan Zaragoza por Meseguer y Puertas con una sorprendente suplencia de Miguel Rubio. El empate no dejó satisfecho a nadie, pero al técnico sí le congratuló la vuelta de Melendo un mes después. A su titularidad en El Toralín añadió las de Rubio, Petrovic, Puertas y Molina, con Uzuni en el banquillo. Es el albanés, ahora, quien aspira a convertirse en la única novedad contra el Sporting.