Más artillería para batir a Raúl Fernández

Fran Escribá ordenó en Burgos lo que heredó de Guille Abascal y ahora, con algunos entrenamientos más al frente del equipo, intentará que el Granada rompa la racha de cuatro empates consecutivos que amplió con su debut. El peaje del aterrizaje en Segunda división costó más de un puesto de trabajo además del correspondiente al técnico saliente y varios puntos al equipo, que ahora va contra reloj aunque le queden 35 partidos que jugar. No hacía falta mucho más que cierto rigor entre hombres y líneas para que el equipo defendiera algo mejor, y poco a poco irá siendo hora de pedirle algo más también con el balón.

El Granada de Paco López acarició en Anduva su ascenso a Primera pero no le espera ningún tipo de fiesta en esta ocasión sino una batalla contra un rival que sabe muy bien lo que hace. El Mirandés de Alessio Lisci viene haciendo un arte de la efectividad, con tres victorias pese a no haber marcado más que cinco goles. Tres de ellas fueron en casa; la primera y la última, por la mínima. Una advertencia de que, en sus partidos sobre todo, el que marca primero tiene mucho ganado; o al menos, si son ellos los que lo hacen.

Más le vale al Granada no cometer errores como los que le costaron los puntos en partidos anteriores, sobre todo durante la etapa de Guille Abascal. A Fran Escribá le viene preocupando más lo poco que a su equipo le duran las ventajas en el marcador que los propios goles encajados a balón parado, tan seguro como está de que conseguirá que los rojiblancos mejoren en esa faceta. Con las dos de Burgos, los rojiblancos ya han desperdiciado siete superioridades en el marcador. Precisamente lo que no hace el Mirandés.

Sin Luca Zidane todavía ni Miguel Rubio tampoco, no parece que Fran Escribá vaya a cambiar demasiado lo que le vino a funcionar en El Plantío pese a que a su equipo no le diera como para ganar. La mayor duda en la alineación reside en si Lucas Boyé regresará como titular junto a Myrto Uzuni o si el entrenador le da una nueva oportunidad de inicio a Reinier como segundo punta a su lado. Escribá está convencido de que esa y no otra es la posición ideal del brasileño, pero que el partido de hace seis días no fue el más idóneo para sus condiciones. Tampoco en Anduva parece que vaya a haber demasiados espacios.

Por lo demás, lo normal es que Fran Escribá dé continuidad tanto a Ignasi Miquel y Loïc Williams como pareja de centrales pese a ser zurdos y recuperar a Pablo Insua como diestro así como a Gonzalo Villar en la medular. El entrenador está dando cariño al murciano, a quien ya tuvo en el Elche cuando estaba en el filial siendo un niño todavía. Además, considera a Sergio Ruiz la alternativa más natural a Martin Hongla, que se marchará con Camerún la semana que viene y no estará contra el Córdoba en Los Cármenes.

Quien no da pie a debate al menos de puertas para adentro es Miguel Ángel Brau como lateral izquierdo, más que digno relevo de Carlos Neva en Burgos. Tendrá que seguir esperando oportunidades a un lado o a otro Rubén Sánchez, que precisamente en Anduva jugó su mejor fútbol la temporada pasada hasta que en invierno lo repescó el Espanyol que en verano volvió a cederlo. Jueguen unos u otros, el Granada ansía reencontrarse con la felicidad de las victorias de la mano de Escribá.