Tres hombres para un mismo puesto en la zaga

Queda ya lejanísima la etapa de Guille Abascal, difícil creer que ocurriera en esta misma temporada incluso, pero Pablo Insua fue su central izquierdo titular sin ser ni tan siquiera zurdo. El entrenador sevillano prefirió el oficio del gallego a sus 31 años al considerarle un ganador de duelos atrás del mismo poderío que el propio Miguel Rubio por delante incluso de los galones de Ignasi Miquel o de la irrupción de Loïc Williams. No fue culpa de Insua precisamente que los resultados no acompañaran al equipo con Abascal, aunque saliera sustituido entre pitos durante la derrota con el Huesca, pero ahora tiene la oportunidad de reivindicarse. El zaguero parece haber dejado atrás una serie de molestias en la rodilla izquierda que, no obstante, le vienen obligando a entrenar con vendajes primero y una cinta después hasta la ultimísima sesión preparatoria.

Sin minutos desde que ingresara desde el banquillo contra el Deportivo, a Pablo Insua puede perjudicarle su falta de velocidad contra los veloces delanteros del Levante. Aún le persigue su carrera contra Patrick Soko, velocísimo atacante del Huesca. Sin embargo, la presión en campo contrario por la que aboga Fran Escribá dista mucho de la que exigía Guille Abascal, y el entrenador confía en la protección de Martin Hongla por delante al punto de descartarle atrás. Las alternativas a Insua son los estrenos de Oscar Naasei o Manu Lama, pero estos parecen reservados para la visita al modesto Cortes del miércoles por la Copa del Rey.

Oscar, de 19 años, deslumbró a propios y extraños durante la pretemporada de la misma forma en la que ya lo hizo durante la recta final del Recreativo en la pasada temporada pese al descenso a Segunda RFEF. Velocísimo en contraposición a Insua y tan suelto con el balón que a menudo peca de insolencia sobre todo en las conducciones, aún atraviesa un intenso periodo de aprendizaje para la élite que también pasa por el poderío en los duelos.

Lama, hijo del conocido periodista y de 23 años, por su parte, supone todavía una incógnita al firmar bajo traspaso del Fuenlabrada al límite del pasado mercado sin oportunidad de rodarse en amistosos de pretemporada. Le avala su paso por la cantera del Atlético y cierta reputación en Primera RFEF, pero ningún equipo de Segunda terminó de reclamar una cesión que habría complacido a los dirigentes rojiblancos.

La novedad obligada en la zaga no será el único cambio que acometa Fran Escribá en su alineación con respecto a la victoria en Castalia. Como eco todavía de las rotaciones en los dos últimos partidos, resulta más que probable que el entrenador devuelva la titularidad a hombres como Ricard Sánchez, Gonzalo Villar o Giorgi Tsitaishvili. Queda la duda de lo que pasará en el lateral izquierdo, toda vez que la lesión de Loïc Williams exigió a Miguel Ángel Brau minutos con los que Escribá no contaba. Rubén Sánchez, que demostró con su ímpetu el hambre que tiene por jugar, oposita a darle otra alternativa por cualquiera de los dos costados. Tanto arriba como abajo, resulta difícilmente concebible que Diego Mariño, Myrto Uzuni o Lucas Boyé empiecen desde el banquillo pese a que el delantero argentino sufrió una sobrecarga muscular durante la semana.

Enfrente estará el Levante, en plena reconversión en el equipo ganador que un día fue en Segunda a base de mortadela con Julián Calero. Los granotas se quedaron a un penalti de Asier Villalibre para el Alavés durante el descuento del 'play off' de ascenso de hace dos temporadas de subir junto al Granada entonces, y ahí siguen. Con los recursos justos pero con fe. Por lo pronto, han ganado tanto como los rojiblancos hasta ahora.