Un partidazo eclipsado por la venta del pichichi
El Granada visita al Levante con la vuelta a la titularidad de Boyé, uno de los que tendrá que paliar la marcha del gol que aportaba Uzuni
Se consumen tantos días con el culebrón Uzuni que ha quedado eclipsado que este sábado el Granada afronta un partidazo en el Ciutat de Valencia. ... Se enfrenta al colectivista Levante, primera 'némesis' que derrotó a Fran Escribá desde su llegada al club rojiblanco, único contrincante que ha hecho doblar la rodilla al equipo bajo el mandato del técnico valenciano en Los Cármenes durante la Liga. Él, Escribá, sí parece centrado en el encuentro entre tanto ruido, dando por concluida la etapa del delantero albanés con un discurso contundente en rueda de prensa, bajo el que habría firmado seguro el grueso de la afición: respeto al lícito deseo de mejorar un contrato o encontrar un club que le pague más, pero rechazo a las formas emprendidas por el pichichi, negándose a entrenar con el grupo desde que ha manejado la oferta del Austin y, por ende, a jugar. Un futbolista de época que sale por la puerta de atrás.
Pasada la página de la venta del pichichi y su pulso a la directiva, el Granada afronta un desafío complicado ante los granotas, que tienen su particular 'caso Uzuni', aunque sin ningún conflicto aparente. El joven lateral derecho Andrés García se marchará al Aston Villa, de la Premier League, por siete millones de euros y algo más de dos en variables. Dinero fresco para unas arcas granotas esquilmadas, entre la deuda arrastrada de la etapa de Primera y tres temporadas consecutivas en Segunda. Bajaron junto a los rojiblancos en su anterior descenso, pero siguen sin escapar de la categoría.
De la mano de Julián Calero han adquirido una robustez que les perfila como candidato a subir. El técnico, que se popularizó por su alharacas motivaciones, ha confirmado que perfila conjuntos intensos y favorece un ecosistema en el que aflora el talento disponible, que no es poco a pesar de su tener una plantilla corta.
El Levante ya lleva su sello y el Granada luce el de su homólogo, aunque durante la primera vuelta cierta irregularidad y varios cortocircuitos defensivos hayan enervado al sereno preparador valenciano. Para colmo, con lo de Uzuni ha perdido al autor de catorce de los 35 goles que acumula el Granada en Segunda este curso, lo que da magnitud al problema que tendrán que resolver cuanto antes los que quedan y los que vengan, como Rebbach.
Entre los primeros, ya está a pleno rendimiento Lucas Boyé, listo para ser titular en ataque, probablemente al lado de Shon Weissman. El argentino no ha tenido un peso rotundo como artillero durante su etapa como rojiblanco, pero ha sumado otros aspectos que bien valora Escribá. Fija a los centrales, les provoca jaquecas en cada duelo y es capaz de despejar el camino para los demás, algo de lo que se tienen que aprovechar tanto el israelí como cada uno de los que aparezcan por la segunda línea.
Atrás, el Granada recupera a Miguel Ángel Brau tras la lesión que notó después de la cita de Copa del Rey con el Getafe. A la espera de Neva, el murciano es el único lateral zurdo natural disponible en la plantilla. Su presencia enviará a Rubén Sánchez a la derecha, en pugna con Ricard, aunque este bien podría salir como extremo, al igual que en la prueba de Eibar, en el último choque de 2024.
De ello depende el reparto de los extremos. Si al final Ricard no entra ni en la zaga ni más adelantado, se quedará el terreno despejado para Tsitaishvili, al que Escribá no ha probado mucho en la izquierda, a pie natural. Pablo Sáenz e incluso Reinier asoman como otras alternativas.
Martin Hongla, que cumplió sanción ante el Burgos, retorna tras dos semanas sin asomar en la dinámica principal, algo que se alteró el jueves. Con dos sesiones al completo, el entrenador tendrá que evaluar si lo mete en el centro del campo o si mantiene a la dupla que forman Sergio Ruiz y Gonzalo Villar.
Algún debate queda en la retaguardia, si Escribá se arrepiente de apostar por Miguel Rubio le da confianza a Manu Lama. Loïc es indiscutible siempre que esté físicamente en condiciones, al igual que Luca Zidane en la meta.
Ganar devolverá al equipo al 'play off', con permiso del Huesca, que juega el domingo en Almería. Empatar puede mantener la distancia si el resto de marcadores son propicios. Una derrota empuja a quedar rezagado, algo controvertido y que ahondará en la nostalgia por Uzuni. Tendrán que acostumbrarse a sobrevivir sin él.
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