Un plantel compensado que debe reivindicarse
Opinión ·
El club se ha reforzado con equilibrio y sin hipotecarse con grandes traspasos. Ahora ha de encontrar el rumboRafael Lamelas
GRANADA
Miércoles, 1 de septiembre 2021, 01:35
El mercado veraniego del Granada se cerró sin grandes estridencias. La directiva no descartaba incorporaciones el último día y concretó la llegada de Sergio Escudero ... para cubrir la salida del descartado Adrián Marín. La plantilla se equilibra con dos laterales zurdos naturales. Sí parecieron engancharse algunos de los futbolistas con los que no se contaba, como Bravo, Azeez y Joao Costa. Este último fue el único que se quedó al final, pero aferrado al filial, sin poder subir con los 'mayores'.
No hubo sorpresas exageradas y sí el chasco de ver que Yangel Herrera acababa en el Espanyol. Una de esas oportunidades de mercado a las que solo pueden aspirar quienes llegan al final de esta ventana de incorporaciones con mucho dinero en la cartera. El Espanyol tenía una reserva de la que el Granada carecía y halló la oportunidad de dar un golpe en la mesa por un futbolista que había desaparecido de los radares de equipos más importantes por su lesión en la tibia sufrida en junio, de la que aún se recupera. Si sana bien, los 'periquitos' se habrán llevado a un futbolista fantástico cuando abandone la enfermería. El jugador se despidió en su momento de la casa rojiblanca, pero no habría rechazado una oferta igual tal y como se habían puesto las cosas para su futuro. La falta de fondos frustró cualquier intentona de la dirección actual. Llegar al final con pasta pero deberes pendientes suele ser un riesgo. Otras veces se convierte en una bendición. Es un corrector para el centro del campo cuyo perfil no tiene el actual Granada.
Llega el momento de las notas preliminares para la cúpula de mando. Con la difícil papeleta de aguantar la comparativa con un pasado reciente tan glorioso, los gestores han actuado con sentido común, sin fichajes exóticos, compensando cada posición del campo y adquiriendo en propiedad los derechos de la mayoría de los refuerzos, con la excepción de Arias, el único cedido, presentado ayer. Todo ello, sin hipotecarse con grandes traspasos, con la única salvedad del portero Maximiano, una apuesta de futuro, que aún no ha debutado.
Que exista coherencia en la planificación aleja aquel galimatías que reinó en el primer año de propiedad china en 2016, pero no garantiza un futuro alentador aún. Al Granada le tocará competir con rivales que se han fortalecido mientras encuentra su propio rumbo. El accidente de Vallecas es una señal de alarma para todo el vestuario. Sacar del aparente bloqueo a los suyos y mentalizarlos para el futuro es una labor esencial para Robert Moreno.
Salvo Carlos Bacca, de momento ninguna de las novedades ha agarrado la titularidad con fuerza. Maximiano no se ha estrenado, Abram pasó a la suplencia con el Rayo, Monchu se quedó también en el banquillo –tal vez por precaución debido a la herida que protegía una aparatosa máscara– y Rubén Rochina todavía está con su puesta a punto, pues no ha tenido una pretemporada convencional. Tampoco la ha tenido Escudero, el último en llegar, y muy leve Arias. Todos tendrán que exprimir el parón para adquirir ritmo. Mientras los nuevos mezclan con los de siempre, Moreno ha de moldear la personalidad del equipo, que tiene querencias que vienen de atrás, difíciles de alterar. A lo mejor, tampoco es necesario. Ante un legado así, lo inteligente suele ser adaptarse, como hizo Del Bosque con la Selección de Aragonés. Darle sutiles matices sin alternar el clima.
Hay talento reconocible en el plantel, con jugadores con experiencia y tiempo en el club en el que han exhibido compromiso y sentido de pertenencia. Los recién llegados, con perfiles distintos, aparentan ser gente tranquila que viene a sumar, sin aires de grandes. En ese contexto sano, la integración será rápida. Tras el varapalo reciente, a muchos les toca reivindicarse. Otra feliz noticia es que no ha habido que lamentar más marchas inesperadas, por más que en México sigan alimentando el deseo por Machís. Es otro que, cuando se recupere, tendrá que volver por sus fueros. Ya no están algunos héroes del ciclo glorioso, pero quedan muchos testigos de aquello, algunos jóvenes con necesidad de expresarse (Milla o Suárez) y una nueva hornada, con distintas edades, que a lo mejor no llevará al Granada a la Luna, como evocaba Robert, pero que lo querrá mantener con dignidad. No se trata de correr más que los grandes depredadores, sino de evitar ser la cebra más lenta.
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