«El equipo cree siempre hasta el final, no es casualidad ganar así»
Sala de prensa ·
Paco López reconoce que su equipo no hizo «su mejor partido ni mucho menos» pero aplaude que no perdió «la calma ni el orden» en ningún momento, como sí pasó contra la PonferradinaPaco López lucía tras el triunfo contra el Oviedo la sonrisa de al que le habían salido bien las cosas 'in extremis', pero de qué ... manera. «Lo que sienta bien es ganar, independientemente de cuando se consiga, pero lo más positivo es que el equipo cree hasta el último minuto, y no es casualidad ganar así, porque nunca deja de hacerlo», sostuvo. «A medida que se acercaba el final veía que había menos esperanza, pero tengo tanta fe en este equipo que hasta que no pitase el árbitro el final… así lo creemos en el vestuario y lo transmitimos. Conozco a los jugadores y al equipo y llevábamos toda la semana hablando de que esto podía pasar y de que había creer hasta el último momento, sin perder la calma ni el orden como sí pasó contra la Ponferradina, y es algo que veo positivo para los próximos partidos con las emociones y la tensión de lo que queda», destacó el entrenador del Granada.
«Aunque fue un partido feo por nuestra parte, nos quedamos con los tres puntos, con estar segundos, con seguir invictos en Los Cármenes y con llevar diez partidos sin perder. Nos quedan nueve finales y todos sentimos la presión. Estamos muy contentos por la gente que ha llenado otra vez el estadio», se congratuló Paco López, haciendo acopio de los logros de su equipo. «No fue nuestro mejor partido ni mucho menos. Sabíamos qué rival íbamos a tener enfrente y qué iba a proponer, lo trabajamos durante la semana. Había que tener paciencia. En la primera parte nos faltó profundidad, movilidad y desmarques para que aparecieran los espacios que el Oviedo no deja. También fluidez. Entraba dentro de lo previsto que el partido se pusiera feo, porque el Oviedo es uno de los equipos que mejor defienden y más gente acumulan por detrás de la pelota, y lo que no queríamos era que nos hicieran gol a la contra porque ahí perdíamos toda esperanza», diagnosticó el técnico.
De ahí las sustituciones. «Cuando un rival juega tan replegado y juntito, con un esfuerzo tremendo en las basculaciones para cerrar los pasillos interiores, hay que estirarlo con desmarques de ruptura aunque no te la den para generar espacio entre líneas y nos estaba costando hacerlo porque Famara no tiene las características de Uzuni, por ejemplo, sino que necesita que le surtan balones desde fuera y tampoco encontrábamos ese camino», señaló Paco López. «Con Puertas queríamos ser más profundos desde su posición como delantero, ya que alterna desmarques al pie y al espacio como cuando actúa en banda. Perea, como Bryan, es un desatascador por su buen uno contra uno para provocar espacios», indicó.
«No era fácil suplir a Uzuni y Weissman, a nadie se le escapa que nos faltaban dos jugadores importantísimos para nosotros, pero también dijimos que no era excusa y que había que encontrar el camino para ganar. Le dimos mil vuestras a nuestra última línea con tal de generar. El gesto de Puertas hacia la afición antes del empate demuestra lo que cree el equipo pese a saber que no estaba haciendo un buen partido», apuntó Paco López, que dio «mucho mérito» al encuentro «incomodísimo» que planteó el Oviedo. Su complejidad justificó los noventa minutos a Bryan Zaragoza: «Sabíamos que ante un equipo contra el que era tan difícil generar esos espacios, si un jugador lo podía hacer desde fuera era Bryan y por eso lo mantuvimos hasta el final aunque estuviese cansado».
Paco López fue comprensivo con la actuación de Famara Diédhiou, sustituido al descanso en su primera titularidad. «Tenía sus circunstancias personales (en pleno Ramadán), pero faltándonos los dos delanteros que juegan habitualmente era una ocasión para que se vaciara dentro de sus características y de lo que es él. Lo intentó, pero como no estuvimos finos en general, no pudo contribuir en lo que muchas veces nos da cuando sale para los últimos quince minutos con su presencia para fijar a los centrales. Era un partido complicado para él porque necesitábamos ir al espacio y, por sus circunstancias, le costó mucho», admitió el entrenador, que con todo se mostró «muy contento con su ayuda, entrega y predisposición».
Por último, Paco López no disimuló que mira la tabla aunque le restó trascendencia. «Lo más importante es mirarnos a nosotros mismos, y más tal y como estamos en la clasificación y el calendario que queda y quienes tienen que venir a Los Cármenes. Tenemos que tratar de seguir mejorando e insistiendo. Desde que llegué aquí en noviembre, cada partido ha sido una final; lo puedo asegurar», subrayó. «Mirar la clasificación no conduce a mucho más a veces, pero estamos en la recta final y la miramos; aun así, el mensaje sería el mismo aunque estuviésemos quintos. Hay que trabajar mucho. El camino ya lo sabemos, va a seguir siendo durísimo», recalcó.
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