Paco López, ante otra adaptación mientras llegan más efectivos
Al técnico valenciano le gusta un 4-4-2 en el que haya iniciativa con el balón y capacidad de sorpresa arriba, pero en Primera necesito perfiles de mayor precisión
Paco López tendrá que adaptarse a otra situación compleja que afectará de lleno a las primeras jornadas de Liga. El año pasado llegó a mitad ... de curso para ayudar a un Granada que no habían perfilado para él. Contribuyó, con muchos avatares, a hacerlo campeón. Ahora sí ha dispuesto de una pretemporada al mando, pero el periodo no ha sido convencional por la tardanza en los fichajes, todos ellos fuera de forma, y la falta de otras incorporaciones y salidas. Asume que el Granada de hoy se parecerá poco al que habrá tras el cierre del mercado de fichajes. Mientras tanto, tendrá que aprovechar las virtudes colectivas atesoradas, a la espera de que las novedades le permitan dar un salto de nivel.
No es fácil casar los planteamientos de valenciano con las carencias actuales. Durante el curso en la división de plata siempre dio la sensación de que Paco López tuvo que asumir la falta de ciertos perfiles para alcanzar su ideal futbolístico. Si cabe, esto se acusa más en la máxima categoría.
El preparador siempre fue partidario del 4-4-2, aunque ha manejado algunas derivaciones. También ha llegado a explorar un centro del campo con tres elementos e incluso defensas con un trío atrás y carrileros, recurso ocasional en Segunda y que ha afinado en los finales de ciertos encuentros de la preparación. López sabe que tiene que suplir ciertas debilidades poblando algunas zonas porque para desencadenar un juego más atrevido necesita elementos de mayor precisión.
Uno de los problemas atisbados en los meses de competición estuvo en la salida de atrás. Ni Miguel Rubio ni Ignasi Miquel, pareja habitual, se mostraron cómodos en los compromisos ante rivales más difíciles. Esto le dio muchos minutos a Víctor Díaz que, pese a su veteranía, sí se maneja mejor con los desplazamientos. En una defensa baja, a todos ellos se le verían menos las costuras, pero si el Granada quiere proponer puede ser algo suicida. El Levante de Paco López mostraba su arrojo así, pero para emularlo requiere de buen pie en la retaguardia y que los laterales y pivotes ayuden en superar obstáculos.
Tampoco encontró López un dúo estable como pivotes. Se apañó bastante con Bodiger, cumplidor pero sin excesiva fluidez con la pelota, aunque en el tramo final del campeonato calzó a Pol Lozano y Sergio Ruiz. Sin el jugador del Espanyol, el entrenador cuenta ahora con Gumbau y Villar, pero su falta de fuelle les aleja del foco por ahora, salvo que asuma el riesgo de ponerlos a toda prisa.
Pero es en ataque donde Paco López sí ha reconocido que necesita algo más. Apuntó a un delantero cuando ya tiene a Weissman, Diédhiou, Uzuni y el joven Samu, intuyéndose que no se fía de los dos primeros y que seguramente ve verde al canterano. Partiendo de que el albanés sí responde al patrón del delantero veloz que la agrada, López demanda un acompañante que también armonice con los tipos de banda. En su Levante siempre le agradaron mediapuntas con movilidad. Uno de ellos fue, en su día, el exrojiblanco Rochina. En el Granada intentó la conversión con Melendo, que tiene pases afilados pero pocos disparos a gol. Bryan agitó hasta hacerse con una banda y Puertas o Callejón también pelean por encontrar su espacio, aunque ya van pasando los años por ellos. De momento, con estos mimbres ha de hacer el cesto un míster preocupado con el tiempo que tendrá para sacar la mejor versión de todos cuando el vestuario se complete.
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