Seres humanos
Cal en los tacos ·
El miedo es una emoción que unas veces activa y otras paraliza; lo siente el Granada tras dilapidar en dos meses toda la renta que poseía con el descensoHubo un tramo del partido frente al Cádiz que dijo mucho más del Granada que aquellos en inferioridad o igualdad numérica: el de la superioridad. ... A Fede San Emeterio le cosían la ceja fuera del campo apenas quince minutos después de que tronase el himno y se desplegase un tifo en preferencia, pero los rojiblancos eran incapaces de ir a por su rival. Aun con un futbolista más sobre el terreno de juego durante unos instantes, quizás no más de una jugada, Robert Moreno y los suyos mantenían pánico a perder.
El miedo es una emoción que unas veces activa y otras paraliza. Lo siente el Granada tras dilapidar en dos meses toda la renta que poseía con el descenso. Consiguió conservarla contra el Cádiz con un hombre menos durante más de una hora –contexto que salva al entrenador–, pero los síntomas no dejan de ser preocupantes. Aunque se acuse al capricho azaroso del calendario tras la metedura de pata con Osasuna, lo cierto es que el equipo ha perdido la confianza en sí mismo y sobre todo el tesón competitivo de antaño ante toda adversidad.
Sentí compasión cuando Domingos fue expulsado tras derribar preso del terror a Negredo tras una cesión hacia atrás de Germán –aún consternado por el reciente fallecimiento de su padre– similar a la que él mismo había cometido al poco del pitido inicial. Sentí compasión cuando a Luis Suárez, extenuado antes de ser sustituido, se le fue demasiado larga la pelota en una conducción desde su propio campo. Sentí compasión cuando, a falta de unos minutos en los que aún se podía haber perdido el partido, gran parte de la afición pidió a Robert Moreno que se fuese.
Los hinchas sufren desde sus asientos, pero también quienes se calzan las botas sobre el césped y se ven a sí mismos irreconocibles. Y mientras todo esto pasa, Rusia invade Ucrania. Y yo me pregunto si , en realidad, algún día ha dejado de estar en guerra el mundo. Lo pienso y, no sé, esto del fútbol deja de parecerme tan importante como para ir al campo a minar la vida de nadie.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión