Control sin victoria

Los dos precedentes entre el Espanyol y el Granada en la máxima categoría del fútbol nacional se habían saldado con empates a dos goles, en partidos bastante igualados, pero esta vez la lógica del fútbol fue diferente a la de la razón. Las rojiblancas tuvieron el 76% de la posesión y dispararon 19 veces a puerta por las seis de las locales. Las tres que fueron enter los tres palos se convirtieron en auténticos paradones de la heroína del partido, la guardameta francesa Romi Salvador, que cuajó una actuación espectacular afortunadamente para las suyas, que no provocaron una sola intervención de Laura Sánchez. El Granada redondeó ese dominio absoluto con nada más y nada menos que 576 pases frente a los 185 de sus rivales. Y, pese a esos números, los tres puntos se quedaron en Barcelona, suponiendo una derrota de las que pican.

El último encuentro que perdió el Granada fue ante el Betis, en un mal partido, en el que el resultado fue justo con lo vivido en el terreno de juego, pero las rojiblancas hicieron las cosas bien en la Ciudad Deportiva Dani Jarque, muy bien incluso, aunque la suerte les fuera esquiva. Una victoria que habría sido justa ante el Espanyol, rival directo en la lucha por mantener la categoría, habría dado mucha tranquilidad para afrontar el próximo lance en casa contra el Levante Las Planas, revelación de la temporada como cuarto clasificado solo tras los magníficos Barcelona, Real Madrid y Atlético tras renovarse desde el nombre, ahora es Levante Badalona. Un rival muy complicado, tanto de local como visitante.

Este Levante Badalona tiene en la portería a la cancerbera granadina y más concretamente churrianera María Valenzuela, campeona del mundo con la selección española sub-19 en 2018. Su vuelta del próximo sábado a las doce de la mañana obligará a las futbolistas de Arturo Ruiz a redoblar esfuerzos para sumar en la Ciudad Deportiva y de esa manera poder seguir sin ansiedad en esa zona central de la clasificación, ya que, con tanta igualdad, la tabla está tan apretada que resulta muy fácil pasar de posiciones cómodas a la pelea directa por mantener la categoría.

Fuera como fuese, la Liga F es muy larga con 21 jornadas por delante todavía, aunque estas derrotas sean de las que causan pesadillas a finales de temporada. Sobre todo, por cómo se produjeron.