Oportunidad perdida
El 'doce' ·
Las decisiones que se tomaron desde el banquillo descompusieron al equipoEduardo Zurita
Granada
Lunes, 25 de septiembre 2023, 12:43
El Granada dejó escapar una oportunidad de oro para obtener su segunda victoria en tierras canarias, tras neutralizar el ataque del equipo rival durante más ... de una hora –no hubo ocasiones de peligro para Ferreira en jugada legal en todo ese tiempo– y jugar en superioridad numérica el último tercio de partido. El desplome del equipo tras los cambios efectuados desde su banquillo, fundamentalmente en contención y control de juego, fue llamativo, y los locales se hicieron acreedores al triunfo en el tramo final del encuentro, cuando precisamente su inferioridad numérica debía haberles perjudicado. Un gol en la prolongación –en el que se aunaron la falta de recursos de corte en el mediocentro, esas décimas de segundo que Víctor Díaz tarda en tapar el disparo rival y una estirada insuficiente de André, que intentó llegar a mano cambiada al tiro colocado de Kirian– llevó a una nueva derrota.
A perro flaco todo son pulgas. En el partido en el que el equipo pareció más compacto defensivamente durante buena parte del mismo, con sacrificio de todos sus jugadores en labores de contención, la expulsión de Mika Mármol, bien provocada por Boyé, abría las posibilidades para la primera victoria a domicilio. Y así pareció durante unos minutos, cuando el Granada merodeaba con intención la meta de Valles y este tenía que intervenir en alguna jugada con marchamo de gol.
Las decisiones que se tomaron desde el banquillo, que buscaban la victoria rojiblanca y posiblemente ponderaban la dosificación necesaria para afrontar los tres partidos de domingo a domingo a disputar, descompusieron al equipo. Las sucesivas sustituciones de Torrente, Gumbau y Boyé, además de las de Neva y Melendo, no sirvieron más que para perder contundencia defensiva y control del juego. Aunque Gonzalo Villar ingresó con un muestrario de buenos pases en sus primeras intervenciones, no aportó el equilibrio y la capacidad de corte de su compañero Gumbau. Álvaro Carreras y Víctor Díaz, especialmente este último –rebasado en dos balones aéreos consecutivos y lento en la jugada del gol–, hicieron añorar a Torrente –posiblemente al límite tras los minutos jugados– y a Neva. Bryan no aportó nada, quizá mermado físicamente, sin su añorada capacidad de desborde. Solo Famara intentó inútilmente alguna asistencia imponiendo su altura, justamente cuando, con superioridad numérica, jugar balones largos aéreos facilitaba la labor defensiva local.
El equipo tiene carencias futbolísticas en el plantel para una competición exigente como la de Primera, pero también las dos últimas jornadas han sido especialmente aciagas en las decisiones de Paco López que, al menos, reconoció con honradez sus errores en la visita a Canarias. Oportunidades como la presentada son las que se añoran en rectas finales apretadas, cuando puntos perdidos como estos suelen ser decisivos para mantener la categoría.
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