El Granada no da en la diana
La otra mirada ·
El calendario inmediato vuelve a poner a prueba esa incapacidad del equipo para dar un golpe de autoridad en la clasificaciónJusto Ruiz
Granada
Domingo, 16 de febrero 2025, 08:12
El Granada no da en la diana en los momentos claves. El empate contra el Mirandés dejó en el césped y en la grada ese ... clásico sabor de amargura de cuando esperas algo y no lo consigues. Todo cuesta mucho en esta fatigosa Segunda división en la que los partidos se deciden por detalles mínimos, diminutos, a veces hasta azarosos. El encuentro, seco de goles y de espectáculo que no sea el del empeño y la disciplina, sí dejó un capítulo para la lectura, la lesión de Brau, el jugador más en forma y una bendición para el equipo. La salud del rival contrastó con un Granada honesto pero equivocado en la forma de gestionar el choque. El punto suma y advierte: cuando Boyé y Stoichkov no llenan los primeros planos, el resto se hace más previsible. Lo de Weissman tiene peor solución y mejor arreglo. Su lugar, como mucho, está en el banquillo. El Granada se pasó todo el partido buscando la salida al laberinto en el que el Mirandés convirtió el duelo. No halló rendija alguna para huir y acabó cayendo en la trampa de un adversario que sí encontró lo que perseguía. Un punto y a casa.
Todo cuesta mucho en Segunda, pero, a pesar del disgusto, la línea que está describiendo el equipo de Fran Escribá en 2025 es realmente poco consistente: dos victorias, dos empates y una derrota, ocho puntos de quince. Ahora mismo, el Granada tiene un aspecto desconcertante. Otra cosa es el juego. Incluso en jornadas saldadas con victoria, le ha costado más. Porque crear y ganar exige esfuerzos tremendos en esta categoría de jugadores tan parejos. A todos les cuesta; nadie se salva. Por eso, para añadir más variables al ataque y nuevas armas, el club incorporó al delantero Borja Bastón.
Los duelos directos se están convirtiendo en un problema para el Granada. Cuando mide sus fuerzas con un rival de su tamaño o incluso mayor, rara vez gana el duelo. No fue una excepción frente al Mirandés. El empate sin goles final ratificó la asignatura pendiente del equipo, incapaz de dar ese salto de calidad que incrementaría considerablemente sus opciones de ascenso. Conforme mayor es el tamaño del rival, menos poderosa se vuelve la escuadra de Escribá. En este sentido, el calendario inmediato del Granada vuelve a poner a prueba esa incapacidad para dar un golpe de autoridad en la clasificación. Los rojiblancos rinden este domingo visita al Huesca. El equipo dirigido por Antonio Hidalgo no conoce la derrota en los últimos once partidos que ha disputado y llegaba incluso en ascenso directo.
Al Granada le quedan 16 citas. Es decir, 48 puntos en juego para buscar el deseado y necesario retorno a la élite, un mundo, pero el encuentro en el feudo del equipo oscense es toda una prueba de fuego para las aspiraciones del conjunto rojiblanco de subirse de forma definitiva a la zona de promoción. El partido, pues, es de órdago. Y la victoria, un salto de gigante.
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