Goles

El fútbol siempre deja, a corto, medio o largo plazo, en mal lugar a los que se atreven a sugerir tendencias. Justo cuando la preocupación sobre la capacidad goleadora de los de Karanka se había agudizado, se muestra una eficiencia máxima en el partido ante el Sporting de Gijón. En este caso, las bondades en la confección del juego –otra vez con Melendo de titular, aunque mermado físicamente y menos brillante que en tierras bercianas– fueron acompañadas por una espléndida capacidad goleadora. Cada llegada era gol, como los excelsos cabezazos de Puertas y Uzuni en los dos primeros tantos, o casi gol, como un disparo sin dejar caer la pelota de Quini incorporado al ataque, más cómodo por la banda derecha.

La fragilidad defensiva de los gijoneses contribuyó sobremanera a la superioridad local en el marcador. Hizo aguas su defensa por las alas y por el centro. En la segunda parte, a la esperanza de reacción de los visitantes tras un arranque intenso respondió Uzuni con un golazo tras una trenzada jugada colectiva local. A partir de ahí, coser y cantar para el Granada: seguir presionando alto y esperar el fallo del rival, como en el cuarto gol de Callejón, y culminar el espectáculo con una galopada de Bryan plena de rapidez y osadía que Perea empujó a la red.

El jueves se agolparon las buenas noticias: al club lo respaldarán casi 15.000 fieles; Neva volvió a una convocatoria; Uzuni recuperó su olfato goleador; a 'Curro' Puertas le tocó día de faena de puerta grande; no se encajó por tercer partido consecutivo, con Raúl Fernández acertadísimo en sus salidas; Víctor Díaz volvió a cumplir junto a un férreo Miguel Rubio; y Bryan confirmó su paso de expectativa a realidad. Aun así, deben seguir reduciéndose errores no forzados, sobre todo en la salida del balón desde atrás, donde Bodiger y Petrovic dieron opciones evitables al rival.

En Tenerife se deberá confirmar la línea ascendente de las dos últimas jornadas. El rendimiento a domicilio ha sido hasta ahora lo más decepcionante del equipo, y va siendo hora de revertir dicha sensación.