Cierren al salir

Por un lado, el comportamiento de Uzuni carece de cualquier tipo de justificación. La explicación del caso por el director general del club le dejó en muy mal lugar y el albanés no ejerció además su derecho a réplica recurriendo al silencio. Esa carencia de respuesta le ha hecho perder una credibilidad ya minada desde el momento en el que dejó de asistir a su puesto de trabajo por el mero hecho de no estar de acuerdo con la decisión del club de no revisar, por tercera vez, sus emolumentos contractuales. Mal por Myrto.

Por otro lado, la propiedad vuelve a demostrar que carece de cualquier tipo de miramiento cuando se trata de hacer caja. Tal y como pasó con los jóvenes talentos vendidos el año pasado, Samu y Bryan, la llegada de una propuesta interesante por un jugador ha sido de nuevo atendida y por supuesto, aceptada, con independencia de su influencia en el rendimiento del equipo. Evidentemente contempla una cifra a valorar, pero no es menos cierto que se trata también de la pérdida del principal baluarte del grupo en una fase crucial del curso y sin apenas margen de maniobra.

Ojalá ambas partes, una vez que se ha demostrado su exclusivo miramiento hacia lo económico, abandonen el club y permitan que el Granada Club de Fútbol esté compuesto, de una vez por todas, por gente que anteponga sobre todo el escudo que nos une. Por todo ello, cierren al salir.